El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado que el Tribunal Supremo de España no está modificando su postura respecto al delito de malversación en el caso del expresidente catalán, Carles Puigdemont. En una comparecencia ante los medios en Madrid, García-Page argumentó que la alta corte se está limitando a aplicar lo que considera su «teoría de siempre», a pesar de la reforma de 2022 que, a su juicio, rebajó dicho delito de manera «perversa».
El presidente regional subrayó que cualquier persona con conocimientos sobre la jurisprudencia del Tribunal Supremo debe reconocer que este órgano ha mantenido una interpretación del delito de malversación mucho antes de la aparición del caso de Puigdemont. «No ha improvisado una interpretación de la malversación para este caso específico», sostuvo.
García-Page también criticó las reformas legislativas que buscaban suavizar las penas asociadas a la malversación, señalando que estas se realizaron con el objetivo de beneficiar a Puigdemont, algo que considera «uno de los aspectos más rechazables» en la política. Sin embargo, sostuvo que el Tribunal Supremo no está aplicando su criterio para perjudicar a Puigdemont, sino que está en consonancia con su doctrina establecida durante, al menos, la última década.
El presidente regional también hizo hincapié en que la incapacidad del Parlamento para reformar más allá del delito de malversación se debe a que «las normas europeas son bastante claras» sobre este delito. García-Page anticipó que el caso podría llegar eventualmente al Tribunal Europeo, sugiriendo que esta cuestión aún tendrá un largo recorrido judicial.
