El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su deseo de que el legislador hubiera consultado al Consejo Consultivo antes de avanzar con la tramitación de la Ley de Amnistía, subrayando que, al ser una medida que generaría controversia, la consulta debería haber sido obligatoria. Durante la inauguración de las ‘XXIII Jornadas Nacionales sobre la Función Consultiva’, García-Page, quien estuvo acompañado por la presidenta del Consejo Consultivo, Carmen Calvo, hizo hincapié en el recurso de inconstitucionalidad que su administración ha presentado contra dicha ley, recordando que también él consultó a su propio Consejo sobre la conveniencia de ese recurso.
El presidente declaró: «Si el dictamen hubiera sido negativo, no hubiera recurrido por mucho que me apretaran o presionaran», lo que resalta su compromiso con el procedimiento consultivo. García-Page argumentó que es crucial que, en contextos donde hay una clara controversia social y jurídica, se busque la opinión del Consultivo de manera proactiva. «Era deseable la opinión del Consultivo, al que se le puede pedir dictamen independientemente de que sea o no preceptivo», afirmó.
Además, enfatizó la necesidad de que los responsables públicos posean conocimientos jurídicos, indicando: «El derecho es clave, y quien no entienda que las sociedades son civilizadas porque anteponen el derecho, es que no saben donde viven».
En su intervención, el presidente también hizo un llamado a los asistentes a descubrir las maravillas de Toledo, cuya historia refleja la «perdurabilidad» de las construcciones a lo largo del tiempo. García-Page destacó que la Ciudad Imperial es un «crisol extraordinario» que representa una mezcla de culturas, mencionando con humor una conversación con el presidente mexicano López Obrador, quien había expresado su aversión hacia España. «Quien reniega de su sangre tiene un problema patológico», concluyó García-Page, subrayando la riqueza de la diversidad cultural en la región.
