El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha mostrado su confianza en que el Consejo de Ministros apruebe el Plan Hidrológico del Tajo, ya que cumple con la ley y el sentido común. Esta aprobación, según ha expresado, sería la primera en 40 años que garantizaría el uso del agua sin perjudicar a nadie de forma intencionada.
García-Page ha señalado que, como español, defiende que «pueda haber agua para todos los territorios» pero tomando en cuenta que Castilla-La Mancha no puede captar agua del mar, algo que sí hacen otras regiones. Por ello, ha aseverado que «necesitamos la que la naturaleza puso por nuestro territorio».
El presidente regional ha recordado que, por falta de agua, muchos proyectos empresariales, industriales y urbanísticos se han quedado en el cajón. Por esta razón, ha defendido que «en un país en el que no cabe pensar en un nuevo trasvase, empieza a ser hora de hablar de terminar con uno que se hizo cuando no podíamos opinar ni defendernos».
García-Page ha concluido diciendo que se está «desmontando una política que se hizo a espaldas de los intereses de esta tierra y de la razón y la lógica».