El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su valoración sobre las nuevas reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura, destacando que se están comenzando a ver los resultados de las disputas en torno al agua. En declaraciones a los medios en Cuenca, García-Page ha señalado que, a su juicio, lo más significativo no es solo la propuesta del Ministerio de Transición Ecológica ni las cinco sentencias ganadas que exigen el cumplimiento de las directivas europeas, sino que, esta vez, la propuesta refleja la realidad técnica sin disfrazarla.
García-Page ha enfatizado que se han revelado datos sobre la crítica situación del río Tajo. Al analizar la serie histórica del trasvase, ha calificado su desempeño como un «enorme fracaso» en relación a los objetivos planteados, y ha añadido que ha generado resultados no buscados que son claramente mejorables.
El presidente regional ha manifestado que su deseo es que no falte «ni un solo metro cúbico de agua para beber», y ha mencionado que, si la red de desaladoras estuviera operando a pleno rendimiento, podría prescindirse del trasvase.
Además, García-Page ha reafirmado su compromiso de colaborar con los presidentes de Murcia y la Comunidad Valenciana para mejorar los precios del agua y ha agradecido al Gobierno de España su esfuerzo por mantener un discurso coherente en materia de sostenibilidad.