El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha referido recientemente a la situación política de Íñigo Errejón, ex portavoz de Sumar en el Congreso, después de las acusaciones de acoso sexual que han surgido en su contra. Durante la inauguración de una escuela infantil en San Carlos del Valle, García-Page expresó su desacuerdo con la idea de separar la figura pública de la persona en el caso de los políticos, cuestionando la validez de la afirmación realizada por Errejón en su carta de dimisión.
García-Page manifestó que, al ser presidente «24 horas al día», considera inaceptable la distinción que se ha planteado. «¿Desde cuándo se puede hacer una cosa en público y en privado todo lo contrario?», preguntó retóricamente. En su crítica, el presidente subrayó que la política actual está plagada de personajes que parecen admirables pero que finalmente resultan ser decepcionantes, señalando que hay quienes «mienten con descaro tremendo» y otros que «faltan a la verdad toda la semana 60 veces».
Además, destacó que vivimos en una época complicada donde las redes sociales complican la tarea de discernir entre la verdad y la manipulación, lamentando que la credibilidad ha dejado de ser un valor apreciado en la política. A pesar de estos retos, García-Page enfatizó que la clase política debe esforzarse para que sea común que los políticos intenten cumplir con sus promesas, señalando que la coherencia es lo que realmente mueve a la sociedad. «No se puede mentir con impunidad y que no pase nada», concluyó, insistiendo en la necesidad de un cambio en la conducta política.
