En un acto público celebrado en Manzanares (Ciudad Real), el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha ofrecido su valoración sobre los recientes comicios gallegos, en los que el Partido Popular (PP) ha obtenido una mayoría absoluta. García-Page aprovechó la ocasión para felicitar a Alfonso Rueda, con quien mantiene una relación «muy cordial», y al mismo tiempo, mostró su solidaridad con el candidato socialista José Ramón Gómez Besteiro, al que considera haber tenido una campaña difícil, «emparedado en un sandwich».
García-Page subrayó el carácter autonómico de la elección, haciendo hincapié en el impacto nacional de los resultados. Argumentó que si el resultado hubiera sido adverso para el PP, el análisis de las elecciones se habría centrado en las repercusiones a nivel nacional y podría haberse interpretado como el comienzo de su declive. Por eso, sostuvo que una victoria tan contundente del PP requiere igualmente una interpretación que trasciende el marco regional.
El presidente autonómico señaló que el actual período es «muy hostil» y abogó por una «reflexión profunda» para evitar que la situación actual desemboque en un «ciclón electoral». Subrayó la importancia de las comunidades autónomas en el fortalecimiento o debilitamiento del Estado.
García-Page también celebró la ausencia de partidos independentistas en la Asamblea gallega, resaltando la importancia de operar bajo una «estabilidad constitucional». Finalmente, el mandatario regional puso de relieve el trabajo y compromiso de su administración para continuar construyendo un Estado del Bienestar en línea con los valores de la socialdemocracia, tanto en Castilla-La Mancha como en Galicia.
