El presidente electo de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha dado inicio a su intervención en el Debate de Investidura comprometiéndose a continuar impulsando el cambio en los próximos años. García-Page ha destacado que su programa, elaborado por el PSOE, refleja la sensibilidad de la mayoría de los ciudadanos de la región, más allá de la ideología política de cada partido. Ha manifestado su voluntad de gobernar para todos.
Durante su discurso, García-Page ha presentado un programa que tiene una duración de cuatro años pero una perspectiva de al menos ocho años. Su objetivo es asegurar que el cambio llegue lo más lejos posible. Reconoce que algunos de los proyectos de sus anteriores legislaturas todavía están en desarrollo y entiende que no todos los objetivos son fáciles de lograr.
El presidente electo ha pedido la confianza de los grupos parlamentarios y ha expresado su disposición a contar con su crítica constructiva y propuestas. Ha dejado claro que no será un político conformista y que su principal objetivo es seguir cambiando las cosas.
García-Page ha instado a los grupos parlamentarios a que las dos jornadas del debate no se conviertan en un espectáculo político relacionado con las elecciones generales. Quiere centrarse en hablar de los asuntos que afectan a la región.
En cuanto a la estabilidad institucional, el presidente regional confía en seguirla manteniendo. Reconoce que la estabilidad ha sido comprometida en ámbitos locales y provinciales, pero considera que es esencial para el país. Defiende la colaboración institucional en la comunidad autónoma y espera tener una buena relación con el presidente que elijan los españoles en las elecciones generales.
García-Page también buscará la estabilidad con los ayuntamientos y las diputaciones, mostrándose dispuesto a entenderse con todos. Destaca que no está dispuesto a ser un lacayo de Madrid y espera que aquellos que utilicen el Parlamento para hacer el trabajo sucio de sus superiores sean honestos y renuncien a sus cargos.
En relación a la defensa de la Constitución, García-Page asegura que utilizará todos los recursos legales y el Tribunal Constitucional para evitar cualquier atropello o repetición de acontecimientos independentistas. Defiende que solo puede haber un referéndum, el que voten todos los españoles, y se compromete a defender esta postura ante los tribunales de justicia.
