En un reciente encuentro en Barrax, Albacete, Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha abordado la cuestión de la independencia catalana, alertando sobre las consecuencias que una potencial secesión de Cataluña podría tener en los derechos de los ciudadanos españoles. García-Page ha afirmado que todos los españoles han nacido con derechos en Cataluña, y una independencia lesionaría esos derechos intrínsecos.
En un tono crítico hacia los partidos independentistas, el presidente manchego ha presagiado que durante el periodo electoral se escucharán muchas «tonterías» por parte de estos grupos. García-Page ha enfocado su crítica a la hipótesis de retirar derechos a los españoles no catalanes en caso de una independencia de Cataluña. Él mismo, que nació hace 55 años, enfatizó su derecho a transitar libremente por Cataluña, a no ser requerido de papeles adicionales, y a recibir atención médica en la comunidad autónoma sin trabas.
Además, ha puesto en entredicho la coherencia del discurso independentista, argumentando que mientras buscan la independencia, al mismo tiempo desean obtener más recursos y beneficios fiscales del resto de España. De manera tajante, concluyó diciendo que no es lógico que quienes desean la secesión esperen que el resto del país financie su partida.
