El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha instado al Gobierno de Pedro Sánchez, así como al PSOE y a la sociedad española, a reflexionar sobre las condiciones que justifican la continuidad del Ejecutivo. En declaraciones realizadas durante una entrevista en el programa ‘Espejo Público’, García-Page reaccionó a las afirmaciones de Sánchez en el Comité Federal del sábado, donde el presidente del Gobierno expresó su voluntad de seguir gobernando «con o sin el Legislativo».
García-Page recordó que ya había advertido desde el inicio de la legislatura que el Gobierno se había adentrado en un «callejón sin salida» y en un «laberinto» que dificultaba la efectividad política. Subrayó la importancia de que los gobiernos cumplan con lo prometido a la ciudadanía, más allá de la simple aprobación de leyes. En este sentido, criticó la ley de Amnistía, considerándola contraria a las promesas iniciales, y enfatizó la necesidad de que el responsable de gobernar pueda materializar su proyecto político.
El presidente de Castilla-La Mancha también puso de relieve que la reflexión necesaria por parte del Gobierno y del PSOE debe girar en torno a si realmente se pueden cumplir las promesas hechas a la ciudadanía, planteando que si hay posibilidad de avanzar en este sentido, se deben buscar las formas adecuadas, evitando cualquier coste excesivo o compromisos inadecuados.
En relación a las propuestas de gobernabilidad, García-Page cuestionó si la permanencia en el poder podría estar sujeta a condiciones como un concierto fiscal para Cataluña, al afirmar que cuestiones como la amnistía y los indultos están interrelacionadas, y que todo forma parte de un «chantaje» de los independentistas que le preocupa profundamente.
Respecto a la repercusión de sus críticas al acuerdo con ERC dentro de su partido, García-Page manifestó que el Comité Federal no necesariamente resuelve los desacuerdos, aunque reconoció que fue un espacio importante para el debate. Afirmó que existen diversas opiniones dentro del PSOE, aunque no todas tienen la misma visibilidad.
García-Page se definió como un líder moderado que defiende la necesidad de un PSOE que escuche y pacte, rechazando cualquier tipo de fanatismo y populismo interno. En relación a su participación en el Comité Federal, lamentó que no tuvo oportunidad de dialogar con otros compañeros debido a la circunstancia en que entró a la reunión, lo cual consideró «llamativo».