El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado que incluirá en su agenda de discusión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la reunión programada para el viernes en Moncloa, el problema del «cuello de botella» que enfrenta actualmente la infraestructura eléctrica en la región. Durante una visita a la ampliación de la empresa FM Logistic en Illescas (Toledo), acompañado por la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, y el alcalde José Manuel Tofiño, García-Page ha subrayado la importancia de abordar este tema en la conversación con el presidente del Gobierno.
El presidente regional ha comentado que espera tener tiempo para discutir no solo sobre financiación, sino también sobre el sector eléctrico, sugiriendo que podría contar con propuestas interesantes cuya documentación llevará consigo. En su análisis de la situación actual, García-Page ha criticado que España cuenta con una red eléctrica bien desarrollada en grandes ciudades como Madrid, Barcelona y Bilbao, mientras que las zonas donde se instalan energías renovables, como Castilla-La Mancha, carecen de la necesaria infraestructura eléctrica para atraer a empresas.
García-Page ha cuestionado la aparente restricción para la expansión de las redes eléctricas en el país, preguntándose por qué las estaciones que permiten introducir energía a la red no facilitan la salida necesaria para la instalación de nuevas empresas. «O esto se rompe o habrá un parón al concepto de la electrificación en España», ha advertido, añadiendo que la brecha territorial entre las áreas productoras de energía renovable y las industriales se ampliará aún más si no se aborda el problema.
Además, el presidente ha criticado el modelo radial de infraestructuras en España, que, según él, ha dejado de lado al centro peninsular en términos de desarrollo de autovías y alta velocidad. Ha ironizado sobre la alta velocidad, sugiriendo que no está diseñada para hacer paradas en el camino, y ha llamado la atención sobre cómo la falta de autovías afecta al desarrollo económico de la región.
Por otro lado, García-Page ha expresado su satisfacción por los avances en la liberalización de las autopistas de peaje, las cuales considera que fueron diseñadas de forma ineficaz. Ha argumentado que es injusto que una infraestructura que ha sido financiada por todos continúe siendo un obstáculo para el desarrollo económico. En contraste, ha manifestado que está observando una actitud más receptiva por parte del Ministerio, señalando que «empezamos a ver luz» en cuanto a la solución de estos problemas.
Finalmente, ha afirmado que la insistencia en defender estos objetivos es fundamental y seguirá trabajando en ello para mejorar la situación de Castilla-La Mancha.
