El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, participa en el Congreso Federal del PSOE que se lleva a cabo este fin de semana en Sevilla, con el objetivo de centrar las discusiones en los problemas reales de la ciudadanía en lugar de en los desafíos internos del partido. García-Page ha subrayado la importancia de que el PSOE no se encierre en sí mismo y evite convertir el congreso en un «búnker», alertando de que esa situación no sería un indicador de fortaleza, sino todo lo contrario. Para él, la verdadera fuerza del PSOE radica en abordar los problemas de la gente y en establecer objetivos a medio y largo plazo que resuenen con las grandes mayorías del país.
El presidente ha manifestado su preocupación ante la posibilidad de que, tras el congreso, la política siga marcada por la precariedad, la incertidumbre y la inestabilidad. Ha señalado que no espera cambios significativos en la coyuntura nacional como consecuencia de este evento, y ha hecho hincapié en que un congreso enfocado únicamente en la resistencia podría dar la impresión equivocada de aislamiento y no ser útil, ni para el partido ni para la sociedad.
García-Page ha defendido la importancia de que algunos dirigentes expresen abiertamente sus opiniones, ya que esto puede contribuir a la elaboración de una ponencia que mantenga lo esencial del proyecto socialista. De manera crítica, ha sugerido que sería oportuno dedicar tiempo en el congreso a la crítica y la autocrítica, recalcando también la importancia de que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, rinda cuentas y presente un informe sobre su gestión antes de abrir el debate.
Sobre el aspecto de la asistencia al congreso, García-Page ha comentado que no tiene información sobre la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero y la ausencia de Felipe González, aunque ha destacado que el legado de este último es significativo para el Partido Socialista y para el país.
Por último, el presidente castellanomanchego ha enfatizado que lo que realmente le importa es la doctrina del PSOE, que debe prevalecer independientemente de los cambios en la dirección del partido, y ha declarado no tener interés en aumentar su influencia en la futura cúpula del partido.