El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, está programado para presentar una propuesta en el próximo Comité Europeo de las Regiones en abril, en busca de una mayor flexibilidad para los productores de la región ante las dificultades que enfrentan en comparación con productores de terceros países.
Esther Padilla, la portavoz regional, durante una rueda de prensa donde se relataron las acciones ratificadas por el Consejo de Gobierno, ha informado que García-Page llevará las necesidades del sector primario de Castilla-La Mancha al Comité, buscando que las políticas se ajusten a la realidad regional. Esta iniciativa se está llevando a cabo en estrecha colaboración con las organizaciones agrarias y en coordinación con el Ministerio correspondiente, adoptando una postura de fuerza.
La portavoz detalló que la flexibilización deseada implica el relajamiento de normativas medioambientales, uso de químicos y ciertas regulaciones comerciales. Explicó que en Europa a menudo se restringe el uso de ciertos productos para los agricultores, mientras que se permite la importación de productos de países donde no se exigen o verifican las mismas restricciones, una circunstancia que genera una competitividad desfavorable para los productores locales.
Ante la serie de manifestaciones de agricultores y ganaderos en Castilla-La Mancha, Padilla ha destacado que la Junta siempre ha mostrado disposición a trabajar con el sector, buscando soluciones eficaces a los desafíos que enfrentan. Resaltó, además, que la inversión del gobierno regional en el campo ha aumentado considerablemente, destinando 285 millones de euros desde que García-Page es presidente, comparado con los 20 millones del PP durante su mandato.
Entre las acciones realizadas por el ejecutivo regional se incluyen la aceleración de los pagos, la simplificación burocrática de la PAC, el apoyo al relevo generacional con más de 4.000 jóvenes incorporados al sector y el fomento para la modernización de explotaciones agrícolas y ganaderas.
Además, reconoció el crecimiento del sector agrícola en la economía regional, que ha pasado de representar un 12% a un 18% del PIB regional en ocho años. Padilla atribuye este aumento tanto a las políticas ejecutadas a nivel regional como a las implementadas a nivel nacional, que incluyen reducciones de impuestos y diversas ayudas al sector.
En cuanto a las críticas del PP, que ha acusado al Gobierno regional de descuidar el campo, Padilla ha argumentado que el crecimiento del PIB desmiente tales afirmaciones y ha cuestionado la legitimidad del PP para criticar la gestión del sector, acusándolos de recurrir a la demagogia frente a los datos objetivos y concretos.
