La consejera portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Esther Padilla, instó el miércoles a las fuerzas políticas a presentar un frente unido contra los discursos negacionistas que incitan a la violencia de género. Padilla emitió estos comentarios en respuesta a las recientes afirmaciones de algunos líderes políticos de la región, las cuales han despertado preocupación y controversia.
Hablando en una entrevista en la Cadena Ser en Toledo, Padilla desafió al Partido Popular a tomar una posición clara frente a las políticas de género. Criticó acciones como la eliminación de concejalías de la mujer y la retirada de los puntos violetas en los ayuntamientos, instando al PP a aliarse con las víctimas de violencia machista y con aquellos que buscan proteger a las mujeres y niños afectados.
Esta convocatoria se produce justo antes de la votación en las Cortes regionales del informe presentado por el Instituto de la Mujer, de acuerdo con la Ley 4/2018 para una Sociedad Libre de Violencia de Género en Castilla-La Mancha. La consejera expresó su expectativa de que el PP vote a favor, lo que simbolizaría un reconocimiento de la violencia machista y sus víctimas.
Padilla subrayó el compromiso del Gobierno de García-Page con la defensa de las mujeres víctimas de violencia de género. En su intervención, reveló datos significativos sobre la atención a las mujeres en la región, incluyendo a más de 25,000 mujeres atendidas en la red de centros de la mujer, 319 menores recibiendo asistencia psicológica y 18 huérfanos que han perdido a sus madres debido a violencia de pareja. Además, destacó que 860 mujeres cuentan con dispositivos de atención rápida debido a alto riesgo y que hay más de 1,200 órdenes de protección activas. Con estos datos, la consejera apeló a la necesaria unanimidad política para enfrentar la violencia contra las mujeres.
En temas apartes, específicamente sobre la gestión del agua, la consejera abordó el Plan Hidrológico del Tajo y señaló al trasvase Tajo-Segura como una gran amenaza para el abastecimiento en la Comunidad de Madrid. Padilla aclaró que el problema no es el río Alberche, sino la explotación del trasvase. Concluyó reafirmando el compromiso del gobierno regional en la defensa de los caudales ecológicos, una lucha que ha sido prioritaria para el presidente García-Page a nivel nacional y europeo.
