Pacheta enfrenta su última oportunidad al frente del Granada CF, preparando cambios estratégicos en el once ante un Burgos sólido y peligroso
El Granada CF camina sobre una cuerda floja que parece tensarse un poco más en cada jornada. Pacheta, el técnico llamado a devolver la fe a la hinchada, se encuentra en el incómodo papel de protagonista de un drama deportivo. Si gana, será un visionario; si pierde, un recuerdo apresurado en la historia del club. Esta rutina tan española del “héroe hoy, villano mañana” se hace más evidente, pues un resultado dicta sentencias velozmente.
El partido contra el Burgos se dibuja como un examen ineludible, con la amenaza del despido planeando como nube de tormenta. El rival, armado con un fútbol sin florituras, se presenta como un adversario letal en su simpleza. En este escenario, el Granada lleva la pesada carga de redimirse tras una dolorosa derrota ante el Real Jaén, un recién ascendido que les arrebató el triunfo en los minutos finales.
Convocatoria y dilemas bajo palos
En este contexto, Pacheta ha decidido realizar una convocatoria amplia, casi como una jugada táctica para confundir al adversario. “Viajamos 21, todos salvo Bouldini”, declaró, buscando agitar el tablero y reinventar su once. A pesar de que esta amplitud parece un acto de confianza, también refleja la necesidad urgente de cambiar la dinámica. Un dilema crítico reside en la portería, donde ni Luca ni Astralaga han logrado ofrecer la seguridad que el equipo necesita. Con la situación bajo presión, Pacheta se muestra pragmático ante la posibilidad de perder a sus porteros por compromisos internacionales, mientras se esfuerza por mantener la calma en medio de la tormenta.
El desafío burgalés y un regreso íntimo
La defensa del Granada, con 12 goles encajados en cinco encuentros, se siente frágil frente a un ataque rival que no perdona. A pesar de las dificultades, el técnico se aferra al optimismo, convencido de que las lecciones aprendidas en Jaén servirán como guía en este nuevo desafío. “Va a haber cambios en Burgos”, anunció, con una mezcla de esperanza y urgencia. Sin embargo, este partido tiene un significado especial para Pacheta, quien regresa a su tierra natal, donde su historia personal se entrelaza con la del Burgos. En este escenario, lucha no solo por su puesto, sino también por enfrentar su pasado en el lugar que lo vio crecer, un enfrentamiento que promete ser tan emotivo como estratégico.

















