En una reciente emisión de «El hormiguero» en Antena 3, el conocido presentador Pablo Motos sorprendió a la audiencia al introducir un tema de conversación que resonaba con una preocupación creciente a nivel global: la propuesta de la Comisión Europea de que los ciudadanos de la Unión Europea deberían equiparse con un kit de supervivencia frente a posibles desastres, como guerras o pandemias. Esta medida sugiere que todo ciudadano tenga reservas básicas tales como agua, medicamentos, baterías y alimentos suficientes para sobrevivir al menos 72 horas sin asistencia externa.
La tertulia del programa, siempre pronta a abordar las cuestiones más candentes con humor e ingenio, se sumergió rápidamente en un debate sobre la preparación ante catástrofes. Rosa Belmonte, una de las colaboradoras, mencionó a los «preppers», individuos que van un paso más allá en la preparación, con despensas separadas y lugares designados como refugios en sótanos o garajes.
Por su parte, Juan del Val, no ocultó su escepticismo hacia la idea del kit de supervivencia. «Yo no pienso hacerme el kit este… Seguramente me equivoque, llegue el fin del mundo y yo no esté preparado para eso, pero es que a mí no me gusta el caos ni me gusta la gente que saliva cada vez que va a haber un problema», expresó, reflejando una actitud de resignación ante la posibilidad de un desastre.
La conversación tomó un giro ligero cuando Rubén Amón bromeó acusando a Motos de poseer un búnker, a lo que el presentador respondió con exasperación, negando tener un búnker o las cinco casas en Murcia que, según rumores, le atribuían. Esta declaración llevó a una revelación jocosa por parte de Motos que, en respuesta a las risas suscitadas por un comentario del muñeco Trancas sobre las mencionadas casas, ofreció a la audiencia: «El que encuentre una casa en Murcia, se la regalo».
Aparte del debate y las bromas, este segmento del programa pone de manifiesto cómo las preocupaciones de gran envergadura, como las recomendaciones de la Comisión Europea, se filtran en la cultura popular, generando diálogo entre el público. A través del humor y la ironía, «El hormiguero» abre una ventana a discusiones relevantes, demostrando una vez más cómo la actualidad y el entretenimiento pueden entrelazarse de maneras inesperadas.
