En la última entrega del programa El Hormiguero, conducido por Pablo Motos, se vivió un momento de tensión política cuando el presentador se refirió directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con un mensaje contundente: “Por aquí que no venga”. Este comentario se realizó durante una edición especial del programa adelantada al lunes, que usualmente se reserva para los miércoles, donde se analizó una reciente declaración de Sánchez sobre su continuidad al frente del Ejecutivo.
La mesa de debate contó con la participación de figuras como Rubén Amón y Juan del Val, quienes, junto a Motos, criticaron el que consideran un discurso victimista de Sánchez así como sus constantes ataques a la prensa. Este episodio es un ejemplo más de cómo El Hormiguero, un espacio primordialmente de entretenimiento, se convierte ocasionalmente en un foro de análisis y crítica política.
Tras estas declaraciones, las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar, destacando especialmente en Twitter donde los usuarios expresaron opiniones divididas. Algunos respaldaron la postura de Motos mientras que otros sugerían que Sánchez podría preferir programas que se alineen más con su base electoral, citando como ejemplo el programa de David Broncano.
Pablo Motos ha sido una figura polarizante en la televisión española, especialmente cuando se aventura a tratar temas políticos en su programa. A pesar de las críticas que sugieren que debería mantenerse al margen de comentar sobre política, su capacidad para mezclar entretenimiento con temas de actualidad política sigue siendo una característica distintiva de El Hormiguero, atrayendo tanto a su audiencia habitual como a nuevos espectadores interesados en este tipo de contenido.
Este incidente reafirma cómo programas de entretenimiento como El Hormiguero pueden tener un impacto significativo en el diálogo político, generando debate y controversia más allá de sus segmentos habituales de diversión.