El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha informado en entrevistas realizadas en Cadena Ser y Onda Cero que la avería ocurrida este domingo en la línea de alta velocidad entre Madrid y Andalucía es el resultado de un robo de cable, un acto que se sospecha podría ser deliberado. Según Puente, la persona que sustrajo el cable «sabía lo que hacía», ya que el robo tuvo lugar en un tramo crítico para la circulación y no había cámaras de vigilancia en la zona. Este incidente tuvo lugar justo en la vuelta de las vacaciones del Puente de Mayo, lo que añade un contexto relevante a la situación.
El ministro destacó que aunque el valor económico del cable robado es relativamente bajo, estimándose en alrededor de 1.000 euros, las consecuencias de este acto han sido significativas. Un total de 10.700 viajeros de 16 trenes se vieron afectados por la avería, que consistió en el robo de 150 metros de cable de cobre en un área de 10 kilómetros dentro de la provincia de Toledo. Este cable era vital para garantizar la seguridad de las vías, lo cual obligó a reducir la velocidad de los trenes a solo 40 kilómetros por hora.
Puente también mencionó un incidente adicional en el que un tren de Iryo se enganchó a la catenaria, lo que imposibilitó su reanudación operativa y requirió transbordo, extendiendo así los efectos adversos del robo. En relación a las acciones de las autoridades, equipos de seguridad de Adif y la Guardia Civil se trasladaron al lugar para documentar lo sucedido y elaborar un informe que clarifique la causa del robo y su posible motivación.
Frente a las críticas de la oposición, que han señalado el incidente como un nuevo fracaso en la gestión del sistema ferroviario, Puente defendió su labor, afirmando que no deja pasar ninguna oportunidad para que los críticos se posicionen en su contra y que su principal enfoque es resolver la operativa y mejorar la situación tras una semana complicada que incluyó un apagón que afectó a toda España, siendo esta su «segunda noche sin dormir».
