En una noche para el recuerdo, Óscar Díaz se convirtió en el flamante ganador del bote de «Pasapalabra», tras completar exitosamente las 25 palabras de su rosco, culminando un periplo de 157 programas con un total acumulado de 1.816.000 euros. Este traductor madrileño, que había participado en ediciones anteriores del concurso, logró finalmente llevarse el premio mayor que había eludido en ocasiones precedentes.
El momento decisivo llegó con la palabra correspondiente a la letra “F”, donde “Fahrenkamp”, el apellido del arquitecto detrás de la famosa Villa Wenhold en Bremen, Alemania, fue la clave para su victoria. El presentador Roberto Leal, visiblemente emocionado, no tardó en congratular a Díaz con un efusivo abrazo, mientras le preguntaba si en algún momento durante la competencia había imaginado que completaría el rosco con éxito. Díaz, abrumado por la emoción, admitió que recordaba a Fahrenkamp únicamente por ser el apellido de un arquitecto alemán, sin tener en cuenta su obra, lo cual demuestra la tensión y la adrenalina presentes en los momentos decisivos del programa.
La deportividad y el respeto mutuo brillaron a través de la interacción entre Díaz y Moisés Laguardia, este último también un destacado participante con 245 programas a sus espaldas y múltiples ocasiones en las que rozó el bote. Laguardia, quien se llevó 162.000 euros, felicitó a Díaz, reconociendo el esfuerzo y la determinación que finalmente le llevaron a la victoria.
Díaz, en un gesto de humildad, dedicó palabras de admiración hacia Laguardia, remarcando el honor que significó competir junto a él y el alto nivel del desafío que representó.
Sobre el destino del premio, Díaz se mostró tanto práctico como emotivo, planificando dedicar una parte a saldar su hipoteca y otra a su familia, en busca de su tranquilidad y bienestar. Además, compartió su deseo personal de “aprender a leer” adecuadamente, reflejando su intención de aprovechar el tiempo y los recursos ganados en enriquecer aún más su vida.
El programa ha sido no solo un campo de competencia, sino también un espacio de crecimiento y comunidad. Tanto Díaz como Laguardia expresaron su agradecimiento y su sensación de pérdida al cerrar este capítulo de sus vidas, resaltando el excelente trato y la atmósfera festiva que «Pasapalabra» les brindó durante su estadía.
Esta victoria no solo simboliza el triunfo de Óscar Díaz en el ámbito competitivo del programa, sino también el espíritu de perseverancia, conocimiento y humanidad que define a «Pasapalabra», un show que semana tras semana captura la imaginación y el afecto de millones de espectadores.
