La Guardia Civil, en una notable operación contra el narcotráfico denominada Murabe, ha logrado desarticular una importante red de tráfico de drogas que operaba en las provincias de Madrid, Toledo y Guadalajara. Esta acción se saldó con la captura de 55 individuos presuntamente vinculados a una organización delictiva especializada en la producción de cannabis. Durante la intervención, los agentes se han incautado de 15.445 plantas de cannabis sátiva, que presentaban un avance significativo en su desarrollo, así como 70 kilogramos de cogollos ya secos.
El arsenal incautado en el contexto de la operación sobresale por su peligrosidad, incluyendo seis armas cortas, tres largas, gran cantidad de munición de diversos calibres, nueve cuchillos, dos pistolas táser y dos lujosos vehículos. Además, se aseguraron 11.000 euros en efectivo. Este operativo policial toma sus raíces en una intervención acontecida en febrero del año anterior, luego de un hallazgo de plantaciones de marihuana en la localidad toledana de Layos, como se desprende de la nota de prensa distribuida por la Guardia Civil.
Como parte de esta intervención profunda y extensa, se practicaron 36 registros en distintos sitios dentro de las comunidades involucradas, con el objetivo primordial de identificar y procesar a todos los participantes de la red.
Los cargos que enfrentan los detenidos son considerables y varían desde la pertenencia a una organización criminal y tráfico de drogas, hasta posesión ilícita de armas y defraudación del servicio eléctrico. Esta última acusación indica los sofisticados métodos de camuflaje que implementaban, diseñados para evitar detecciones de cualquier tipo vinculadas a su consumo eléctrico, y para neutralizar ruidos o aromas que pudieran llamar la atención.
Los detenidos habían establecido instalaciones indoor para el cultivo de alto rendimiento de cannabis sátiva no solo en sus propias residencias, sino también en otros inmuebles que arrendaban con fines semejantes.
El operativo fue efectuado por la Compañía de Mora, en Toledo, con el respaldo de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Toledo, sus Equipos Territoriales y los Equipos ROCA de la provincia. Todos los detalles y avances de esta operación están ya en manos del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Toledo, para continuar con el proceso judicial respectivo.