En una acción coordinada entre la Policía Nacional de España y Europol, se ha conseguido desbaratar una organización criminal que operaba en el tráfico ilícito de seres humanos, principalmente migrantes sirios y argelinos. A través de la utilización de embarcaciones rápidas que partían desde Argelia, se ha estimado que cerca de 1.000 migrantes han sido introducidos clandestinamente en España, arribando a la costa de Almería.
El operativo policial ha implicado la movilización de 90 agentes, culminando en la realización de cinco registros domiciliarios y cuatro inspecciones en establecimientos hoteleros repartidos en las provincias de Madrid, Almería, Guadalajara, Murcia, Málaga y Guipúzcoa.
La red criminal cobraba hasta 20.000 euros por persona para facilitar la entrada y permanencia en territorio español, así como el posterior tránsito hacia otros países europeos. Las ganancias obtenidas por este comercio ilícito sobrepasan los 1.500.000 euros.
La operación ha tenido como resultado el arresto de 21 personas en varios puntos de España, incluyendo 13 en Madrid, 5 en Almería y una detención en Guipúzcoa, Málaga y Murcia respectivamente. Entre los detenidos se encuentran seis individuos identificados como líderes del entramado, quienes han sido puestos en prisión provisional.
Este conglomerado criminal se revela como una estructura internacional con dos principales núcleos operativos: uno en Argelia y otro en España, a su vez subdividido en dos grupos bien coordinados con roles específicos. El núcleo principal en Madrid se coordinaba con la célula de Orán, en Argelia, mientras que el grupo en Almería se encargaba de la acogida y transporte de los migrantes una vez en territorio español.
La travesía marítima implicaba graves riesgos para los migrantes, quienes eran transportados en embarcaciones peligrosamente sobrecargadas y sin medidas de seguridad como chalecos salvavidas. Tras el desembarco, los migrantes eran llevados en condiciones de insalubridad e hacinamiento hasta Madrid, donde se les alojaba en pisos o en hoteles controlados por la red.
El itinerario de los migrantes sirios comenzaba en Beirut, recorriendo distintos países hasta llegar a Argelia, desde donde partían hacia España. Los pagos se realizaban a través del método «hawala», un sistema financiero paralelo.
Con la conclusión de las investigaciones y los operativos policiales, no solo se efectuaron arrestos sino también se incautaron cantidades significativas de dinero en diversas monedas, vehículos y material tecnológico avanzado. A su vez, se ha procedido al bloqueo y embargo de 25 cuentas bancarias vinculadas con la red. Este golpe a la delincuencia organizada es un paso significativo en la lucha contra el tráfico de seres humanos y la protección de los derechos de los migrantes.
