En un giro sorprendente de los acontecimientos que ha sacudido el escenario político de Benín, las autoridades han anunciado el arresto de tres prominentes figuras, acusadas de conspirar para un golpe de Estado contra el gobierno del presidente Patrice Talon. Entre los detenidos se encuentra Dieudonné Tévouedjré, comandante de la Guardia Republicana, el empresario de alta influencia Olivier Boko, conocido por su cercanía al presidente Talon, y el exministro de Deportes, Oswald Homeky.
El fiscal especial del Tribunal de Represión de las Infracciones Económicas y del Terrorismo (CRIET), Mario Metonou, detalló en conferencia de prensa la incautación de seis bolsas repletas de dinero en la residencia de Homeky, según reportó la cadena Benin Web TV. Se estima que las bolsas contenían aproximadamente 500 millones de francos CFA (unos 76 millones de euros), siendo solo una parte del total de 1.500 millones de francos CFA (cerca de 230 millones de euros) prometidos al comandante Tévouedjré para llevar a cabo el fallido golpe de Estado.
Los arrestos, que tuvieron lugar entre la noche del 23 y el 25 de septiembre, se efectuaron después de que los implicados fueran acusados de poner en peligro la seguridad del Estado. Las investigaciones continúan en curso para identificar y detener a todos los involucrados en la trama.
El fiscal Metonou también reveló que Tévouedjré había abierto una cuenta bancaria en Costa de Marfil el pasado 6 de agosto con un saldo inicial de 105 millones de francos CFA (unos 16 millones de euros). Sin embargo, los conspiradores optaron por ofrecerle dinero en efectivo para asegurar su participación en el golpe.
En respuesta a estos acontecimientos, el portavoz del Gobierno, Léandre Houngbédji, instó a la población a mantener su fe en el sistema de justicia del país para esclarecer la situación. Mientras tanto, los abogados de Olivier Boko han criticado duramente el procedimiento de detención de su cliente, afirmando que fue interceptado por un vehículo sin distintivos y acompañado de su esposa.
Este intento de golpe de Estado representa un momento crítico para Benín, un país que ha experimentado diversas tensiones políticas en años recientes. La rápida acción de las autoridades refleja un esfuerzo considerable por preservar el orden constitucional y la estabilidad política en la nación africana.