En un emocionante inicio de la esperada edición de «Supervivientes 2025», los espectadores fueron testigos de un momento que rozó el límite entre el entretenimiento y la preocupación. La gala inaugural, prometida con altas dosis de adrenalina, no decepcionó, especialmente debido a un incidente que mantuvo a la audiencia al borde de sus asientos.
La última en hacer su debut desde el aire fue una exaspirante de «MasterChef», quien enfrentó su temor al agua de una manera que pocos olvidarán. A pesar de ser el momento de saltar, su miedo al agua y al vértigo terminó forzando al piloto del helicóptero a realizar maniobras para acercarse más a la superficie marina, aunque esto implicara un riesgo para la seguridad del aparato. «Estoy fatal, nerviosa. Tengo vértigo, me quiero morir… ¡No sé nadar! ¡Me estoy bloqueando!», confesó la concursante, evidenciando su estado de pánico.
Cuando finalmente logró vencer sus miedos, gracias al impulso y motivación de Jorge Javier Vázquez, su salto fue seguido de un silencio que pronto se rompería con una noticia que nadie esperaba: Samya necesitaba ser rescatada inmediatamente tras caer al agua. Los equipos de salvamento marítimo no tardaron en acudir, protagonizando uno de los rescates más dramáticos en la historia de las galas inaugurales de «Supervivientes».
«Han tenido que auxiliarla. ¡Ha tragado agua salada! Está siendo remolcada», explicó Jorge Javier, intentando aligerar la tensión con un toque de humor. Mientras la concursante era arrastrada a la orilla por un salvavidas, las imágenes compartidas en las redes sociales aumentaron la consternación pero también mostraron el profesionalismo y la rápida intervención del equipo de rescate.
No obstante, este incidente también trajo momentos de alivio y humor ligeros, como cuando Borja, otro participante, optó por hacer sonar el himno de Valencia antes de su salto al mar, sumando un toque de identidad y orgullo regional a la competencia.
La participante fue socorrida y asegurada por personal de Honduras, a salvo en la orilla, admitiendo la dureza del momento vivido pero también su determinación por superar miedos y seguir adelante en la competencia. Este incidente, si bien preocupante, ha demostrado el espíritu de supervivencia y valor ante el miedo, en un evento que es más que una simple competencia de entretenimiento; se convierte en una lección de vida sobre enfrentar y superar los propios terrores.