La Policía Nacional ha desarticulado un clan familiar involucrado en el comercio ilícito de drogas en la ciudad de Albacete, deteniendo a siete personas, incluyendo al líder del grupo. Este éxito policial es el fruto de una investigación que comenzó en enero cuando los residentes de los barrios de La Milagrosa y San Antonio Abad informaron sobre la posible venta de narcóticos en la zona.
Tras arduas horas de observación y seguimiento, los agentes confirmaron la sospecha: dos viviendas sociales ocupadas ilegalmente servían como centro de distribución de cocaína, hachís y marihuana. Un piso destacaba por ser un emporio de drogas atendiendo al público las 24 horas del día, con un flujo constante de visitantes, incluyendo menores de edad.
El subdelegado del Gobierno en Albacete, Miguel Juan Espinosa, reveló que una de las residencias era notoria por su actividad ininterrumpida, y se observó incluso a menores comprando drogas. La operación concluyó con dos de los detenidos enviados a prisión y los demás liberados pero imputados, significando además la confiscación de sustancias ilegales — dos kilos de hachís, 828 gramos de cocaína, y 194 gramos de marihuana — y 46.576 euros en efectivo. Los agentes ejecutaron cuatro registros domiciliarios, uno en La Milagrosa y tres en San Antonio Abad.
El comisario Antonio Moreno explicó la complejidad de la intervención debido a las medidas de seguridad implementadas por la banda, incluyendo cámaras de vigilancia. Tanto Moreno como Espinosa han resaltado el papel crucial de la comunidad que con sus denuncias permitieron desbaratar los puntos de venta.
En las acciones llevadas a cabo por la Policía Nacional, colaboraron integrantes de los grupos especializados en estupefacientes y se contó con el apoyo de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR). La cooperación de estos equipos ha jugado un papel determinante en la lucha contra el narcotráfico en la región.