La emisión del programa «De Viernes» en Telecinco ha desencadenado una oleada de críticas entre su audiencia debido a la gestión de la aparición en plató de Sofía Suescun, generando una tremenda indignación entre los espectadores. La cadena y la productora Mandarina TV han sido el blanco de las quejas por dedicar una parte significativa del inicio del programa a emitir promociones de nuevos contenidos para la próxima temporada, dejando en segundo plano la esperada intervención de Suescun.
La presencia de Sofía, que había generado gran expectación por sus declaraciones sobre su conflictiva relación con Maite Galdeano, se vio relegada a un breve encuentro con los presentadores en un reservado, sirviendo apenas como introducción a lo que muchos esperaban que fuera el plato fuerte de la noche. Esto provocó la frustración de numerosos espectadores, quienes no dudaron en expresar su molestia en las redes sociales, en especial en X (anteriormente conocido como Twitter), amenazando incluso con cambiar de canal debido a la extensa duración de las promociones.
Las críticas no se hicieron esperar cuando, en vez de dar paso directamente a la entrevista con Sofía, Telecinco optó por presentar una secuencia protagonizada por Carlos Latre para promocionar «Babylon Show», y más tarde, Xuso Jones hizo lo propio con el programa «Lo sabe, no lo sabe», extendiendo aún más el retraso de la intervención de Suescun.
Los usuarios de redes sociales expresaron abiertamente su descontento con comentarios como, «Están aprovechando el tirón y la audiencia que está dando Sofía para tragarnos esta mierda», y «Estoy haciendo zapping, la promoción de los nuevos programas es la muerte a pellizcos». Estas críticas destacan una percepción negativa hacia la cadena por priorizar la promoción de nuevos programas en lugar de ofrecer el contenido que los espectadores esperaban ver.
La mayoría del público se mostró particularmente insatisfecho con la decisión de retrasar la aparición de Sofía Suescun, una de las personalidades más controvertidas y seguidas del panorama televisivo español, especialmente después de su paso por «Supervivientes All Stars» donde quedó como tercera finalista. Este descontento refleja la creciente tensión entre las expectativas de los espectadores y las decisiones editoriales de las cadenas, en un contexto donde la lucha por la audiencia se intensifica en el competitivo horario de prime time.
Esta situación subraya no solo la importancia de las decisiones de programación en la percepción del público, sino también la influencia de la audiencia en la era digital, donde las redes sociales sirven como un termómetro inmediato del éxito o fracaso de las estrategias de contenido de los medios.
