En un sorpresivo y masivo ataque durante la noche, Ucrania lanzó más de 330 drones hacia los suburbios de la capital rusa, dejando al menos dos personas muertas y 14 heridas. Este incidente, uno de los ataques más fieros en la escalada del conflicto entre ambos países, ocurrió pocas horas antes del inicio de unas cruciales negociaciones entre Ucrania y Estados Unidos en Arabia Saudí.
El gobernador de Moscú, Andréi Vorobiov, confirmó el saldo provisional de víctimas a través de un comunicado difundido en su canal de Telegram. Entre las localidades afectadas se encuentran Dinoye, situada a tres kilómetros al sur de Moscú, y Yam, a unos ocho kilómetros, donde los drones causaron daños significativos en edificios de apartamentos, obligando la evacuación de más de una decena de personas, incluidos tres niños. Algunos de los evacuados fueron realojados temporalmente en una escuela cercana.
Un incidente destacado incluye la caída de los restos de un dron interceptado sobre un edificio residencial, causando daños estructurales pero, afortunadamente, sin víctimas mortales en ese sitio en particular. Sin embargo, en la localidad de Yam, un guardia de seguridad de 38 años perdió la vida, y dos personas más resultaron heridas tras un dron impactar el aparcamiento de una empresa. Uno de los heridos, un hombre de 50 años, falleció posteriormente a causa de las lesiones en la cabeza.
Además de las víctimas mortales y heridos, en la ciudad de Rámenskoye se reportaron daños en varios edificios de apartamentos, y cinco individuos buscaron atención médica por cuadros de ansiedad, un reflejo del impacto psicológico que estos ataques están teniendo en la población civil.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, informó que se derribaron aproximadamente 337 drones dirigidos a la capital, calificando el evento como el ataque más masivo registrado contra la metrópoli. Los esfuerzos de las defensas aéreas de la región fueron en parte exitosos al interceptar una cantidad significativa de estas unidades.
Paralelamente a este devastador ataque, Ucrania también se defendió contra aeronaves no tripuladas, derribando 79 drones kamikaze Shahed y otros modelos de origen ruso, además de un misil Iskander, según reportó la Fuerza Aérea ucraniana. Las interceptaciones tuvieron lugar sobre las regiones de Khárkov y Sumi, entre otras.
Estos ataques entre Rusia y Ucrania destacan la continua dependencia y utilización de drones en el conflicto, mostrando una guerra que se extiende más allá del combate tradicional para incluir la batalla tecnológica y aérea. A medida que ambas naciones sufren bajas y daños, la propuesta de una tregua aérea por parte del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sugiere una posible vía hacia las negociaciones de paz, con el respaldo de Estados Unidos como un posible mediador hacia la desescalada del conflicto.