En una reciente escalada del conflicto, Rusia lanzó un nuevo ataque nocturno usando drones contra las ciudades ucranianas de Odesa y Járkov, causando daños en diversas infraestructuras y dejando varios heridos. Este ataque se suma a una serie de agresiones que han recrudecido las tensiones en la región.
En la ciudad costera de Odesa, situada en el sur de Ucrania a orillas del mar Negro, los drones provocaron daños menores en una clínica, según informó el alcalde Genadi Trujánov. Afortunadamente, no se reportaron pacientes heridos en el incidente. No obstante, el ataque no dejó sin consecuencias a la población civil, resultando cinco personas heridas debido al bombardeo.
Mientras tanto, en Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, localizada en el noreste del país, el alcalde Igor Terejov reportó que un dron impactó contra una empresa de la ciudad, provocando un incendio de gran magnitud en las infraestructuras afectadas. Los servicios de emergencia se movilizaron rápidamente para controlar el fuego y evitar que se propagara a edificaciones cercanas.
El ataque no se limitó a estas dos ciudades, ya que la ciudad de Zaporiyia, situada en el sureste de Ucrania y cercana a la línea del frente, también fue blanco de drones rusos. En este caso, una gasolinera fue el objetivo, lo que incrementa el riesgo de daños mayores y posibles víctimas civiles en la zona, como informó el gobernador de la región, Iván Fedórov.
Estos recientes ataques ocurren después de un devastador bombardeo en la ciudad de Sumi, al noreste de Ucrania, que se cobró la vida de 34 personas el Domingo de Ramos, exacerbando el estado de emergencia en el país.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en un discurso pronunciado la noche anterior, recordó el rechazo de Rusia a un alto al fuego total propuesto hace poco más de un mes, el cual fue aceptado por Ucrania. Zelenski insistió en que solo la presión internacional y medidas decisivas podrían forzar al Kremlin a detener su ofensiva de drones y misiles que está afectando diariamente a ciudades y pueblos ucranianos. Este reciente ataque evidencia la continuación de una estrategia de hostigamiento y destrucción que sigue amenazando la estabilidad y seguridad no solo de Ucrania sino de toda la región.
