En una reciente operación policial denominada ‘Telones’ Fase II, llevada a cabo por la Guardia Civil, se ha procedido a la detención de 8 personas y la investigación de otras 5, acusadas de estar involucradas en una serie de incidentes delictivos que incluyen el hurto, fraude y receptación. Según una nota de prensa emitida por la Comandancia de Madrid, los hechos abarcan más de cuarenta delitos y siguen a una primera fase de operación realizada a finales de febrero, que ya había esclarecido unos veinte delitos similares.
Durante esta temporada, características específicas del clima y del fruto han extendido la época de cosecha de aceitunas. Este escenario ha llevado a un incremento en el interés por la recolección de este fruto y, paralelamente, ha suscitado una creciente inquietud en los agricultores de localidades madrileñas como Villarejo de Salvanés, Valdaracete, Brea del Tajo y Estremera, quienes notificaron la sustracción de grandes cantidades de aceitunas.
Los agentes del Equipo Roca de la Compañía de Aranjuez identificaron la actividad de varios grupos que se trasladaban desde distintos puntos de España a estas localidades madrileñas. Estas personas hurtaban la aceituna en las primeras horas del día para luego venderla de manera ilegal en una almazara situada en Malagón, Ciudad Real.
A partir de las pruebas recogidas, la Guardia Civil obtuvo autorización judicial para registrar la almazara involucrada, lo que condujo a la incautación de pruebas y documentos significativos. Durante la intervención, se confiscó documentación relevante sobre la compra fraudulenta de 574.908 kilogramos de aceitunas y se encontraron facturas de venta de aceite con un valor que supera los 850.000 euros.
Además, al responsable de la citada almazara se le incautaron 23.535 euros en efectivo. Los agentes también precintaron depósitos que contenían aproximadamente 45.000 litros de aceite, destinados a la venta pero que presentaban deficiencias en sus sistemas de seguridad y gestión de residuos, los cuales se encontraban obsoletos y en un estado precario.
Los detenidos, ocho hombres y cinco mujeres con edades entre los 22 y 46 años, ahora enfrentan cargos por delitos de hurto, fraude y receptación en el marco de esta operación policial que ha tenido un importante impacto en la lucha contra la sustracción ilegal y la comercialización fraudulenta de productos agrícolas.