El Ayuntamiento de Ciudad Real se ha visto en la necesidad de enfrentar una nueva problemática tras haberse detectado recientes hundimientos cerca de la conocida plaza de Cervantes. La situación demanda una intervención inmediata para reforzar la cimentación del lugar, con el objetivo de prevenir un mayor deterioro y evitar acumulaciones de agua durante episodios de precipitaciones.
El portavoz del equipo de Gobierno municipal, Guillermo Arroyo, ha compartido este lunes, luego de la reunión semanal de la Junta de Gobierno Local, que se ha aprobado la propuesta presentada por Urbanismo para abordar los desperfectos en la estructura de la plaza. Con un presupuesto estimado de 100.000 euros, la solución planteada consiste en la inyección de hormigón en el subsuelo para solidificar la base y contrarrestar los efectos de los hundimientos graduales.
Arroyo ha señalado que los suelos arcillosos subyacentes, que suelen cambiar dependiendo de los niveles de humedad, son los responsables de esta situación que la ciudad ha enfrentado durante años. La inyección de hormigón es una respuesta directa a una problemática que, según declaraciones del portavoz, no fue convenientemente resuelta durante la gestión de la exalcaldesa Pilar Zamora, a pesar de las obras realizadas en 2017.
Además, el portavoz ha asegurado que se trabajará en coordinación con los comerciantes y residentes cercanos a la plaza de Cervantes para minimizar las posibles molestias que las obras pudieran ocasionar.
Por otro lado, el portavoz ha mostrado su inquietud en relación con la disminución aproximada del 3% en la emisión de abonos para la ruta Avant que conecta Ciudad Real con Madrid, en comparación con los datos recogidos en el último trimestre del año anterior. Guillermo Arroyo interpreta esta caída como una señal de que el servicio no está cumpliendo con las expectativas, instando tanto al Gobierno central como a la Junta a prestar atención y evitar que la calidad se deteriore aún más.
Para finalizar, Arroyo informó que se ha otorgado la licencia para el inicio de las obras de una nueva infraestructura en la ciudad: una pasarela ciclopeatonal destinada a conectar Ciudad Real con la localidad vecina de Miguelturra, facilitando así el tránsito y promoviendo una alternativa de movilidad sostenible para los habitantes de ambas comunidades.
