En el escenario político de Castilla-La Mancha, las tensiones entre el presidente regional del Partido Popular, Paco Núñez, y el presidente autonómico, Emiliano García-Page, han salido a la luz tras unas recientes declaraciones de García-Page en las que destacaba al Rey Felipe VI como «el mejor antídoto contra el separatismo». La afirmación, recogida por Diario CLM, no pasó desapercibida para Núñez, que, aunque ha coincidido en el mensaje, ha lanzado críticas al presidente autonómico por lo que percibe como una incongruencia entre palabras y acciones.
Según ha indicado Núñez desde La Solana, mientras por un lado García-Page reconoce públicamente la importancia de la figura del rey en la lucha contra el separatismo, por otro lado, y bajo su mandato, los senadores del Partido Socialista de Castilla-La Mancha supuestamente han votado a favor de propuestas legislativas que podrían llevar a la despenalización de los ataques a la bandera o al ultraje a la corona.
«¿Cómo puede ser que los senadores de Page voten a favor de que salga gratis atacar a la corona o quemar una bandera y que después, el mismo jefe de ese partido diga que hay que proteger al Rey?» cuestionó Núñez, según informaciones proporcionadas por el Partido Popular. Núñez continúa enfatizando la necesidad de un apoyo firme al monarca, señalando que se debería traducir en votos a favor de su protección.
El líder del PP de Castilla-La Mancha también ha reprochado al PSOE de la comunidad por lo que él considera una falta de coherencia, mencionando otro ejemplo con la financiación autonómica. Describió cómo, según su perspectiva, García-Page ha criticado que los costes del separatismo no deberían ser asumidos por todos los españoles, mientras que su partido en las Cortes regionales ha avalado con su voto la posibilidad de que Cataluña negocie un acuerdo de financiación separado del resto de las autonomías.
Este crisol de aparentes contradicciones entre lo expresado públicamente por el presidente autonómico y las acciones de su partido ha alimentado el fuego del debate político en Castilla-La Mancha, cuestionando la consistencia entre el discurso político y la práctica parlamentaria en la región.