El presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha expresado su preocupación respecto a la anunciada quita de la deuda autonómica, subrayando que esta medida «no supone en absoluto una solución para los castellanomanchegos». Según Núñez, la deuda no desaparece, sino que simplemente «cambia de ventanilla», lo que no contribuye a solventar los problemas estructurales que enfrenta la región. El líder del PP ha añadido que esta medida solo servirá para «maquillar la nefasta gestión» del presidente autonómico, Emiliano García-Page, y su Gobierno.
Durante su participación en el Comité de Dirección del PP de Ciudad Real, junto al vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Elías Bendodo, Núñez ha denunciado que Castilla-La Mancha soporta una deuda «desorbitada», que supera los 16.000 millones de euros. Esta situación, ha comentado, es un reflejo de la «incapacidad» de García-Page y del PSOE para gestionar adecuadamente las cuentas públicas.
El presidente del PP regional ha señalado que el problema raíz no radica solo en el monto de la deuda, sino en quién y cómo se gestiona. Según sus palabras, Emiliano García-Page ha dejado de lado la gestión efectiva de la región para concentrarse en su vida en el Palacio de Fuensalida, una falta de atención que, según Núñez, ha llevado a Castilla-La Mancha a ser una de las comunidades más endeudadas de España.
Asimismo, ha enfatizado la necesidad urgente de establecer un nuevo modelo de financiación autonómica que aborde la infrafinanciación histórica que sufre Castilla-La Mancha, junto con otras comunidades como Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana. Esta reforma sería clave para mejorar la situación económica y garantizar un futuro más sostenible para los ciudadanos de la región.