El presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha reclamado un nuevo modelo de financiación autonómica con el objetivo de lograr un «reparto equilibrado y justo» que ayude a revertir la situación de empobrecimiento que atraviesa la comunidad autónoma. Durante su intervención en la clausura del evento ‘Más España, Más Europa, Política que sirve’, celebrado en Toledo, Núñez argumentó que el modelo actual es una herencia del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el cual, según él, genera pérdidas anuales de 1.000 millones de euros para la región.
El líder regional del PP subrayó que la financiación de Castilla-La Mancha se sitúa muy por debajo de la media nacional. Atribuyó esta situación a los intereses electorales del Gobierno central y a la inacción del Gobierno autonómico, señalando que el presidente Emiliano García-Page votó en contra de exigir un fondo de compensación autonómica que beneficiara a la comunidad.
Núñez hizo hincapié en que esta decisión agrava el problema del endeudamiento, que actualmente asciende a 16.500 millones de euros, y denunció que desde que García-Page asumió la presidencia, la deuda ha aumentado en 3.000 millones. El dirigente del PP también criticó al Gobierno de España por su falta de interés en establecer un modelo de financiación autonómica justo, denunciando que su actuación está dirigida por acuerdos con fuerzas independentistas.
En relación a la propuesta de quita de deuda presentada por el Gobierno central, Núñez argumentó que esta medida no condonaría la deuda de las autonomías, sino que beneficiaría exclusivamente a los socios independentistas del presidente Pedro Sánchez. «No podemos permitir que un vecino de Barakaldo o Mataró sea tratado de forma distinta a un vecino de Toledo», recalcó.
El presidente del PP en Castilla-La Mancha también abordó cuestiones de política fiscal, acusando al ejecutivo de García-Page de tener una baja competitividad fiscal, ubicada en el puesto décimo quinto. Esta situación, según él, no se traduce en la mejora de los servicios públicos, como en el ámbito sanitario, donde Castilla-La Mancha es la única comunidad que aún no tiene reconocida la carrera profesional.
Finalmente, Núñez observó que muchas empresas prefieren establecerse en la Comunidad de Madrid, donde disfrutan de una mejor fiscalidad y de una burocracia menos compleja. «Nos da una sana envidia comprobar cómo en otros territorios se avanza gracias a políticas fiscales», expresó, mostrando su esperanza de poder implementar medidas similares en Castilla-La Mancha en el futuro.