Núñez Defiende el Pacto del Agua de Castilla-La Mancha y Remarca Que Sólo «Necesidades Reales» Justifican Trasvases

Núñez se aferra al Pacto del Agua de C-LM y enfatiza que sólo una "necesidad real" justifica un trasvase

En un cambio significativo de postura sobre la política de agua y trasvase, el Partido Popular (PP) de Castilla-La Mancha ha adoptado una nueva posición. El partido, ahora, se pronuncia a favor de que cualquier trasvase desde la cuenca del Tajo o de otros ríos de la región solo se permita cuando las necesidades actuales y futuras de la cuenca cedente estén aseguradas y que la cuenca receptora demuestre tener «una necesidad real, y no una demanda ilimitada».

Durante un evento en Madrid titulado ‘Ciudades castellanomanchegas: retos y oportunidades’, organizado por el Club Conecta, Paco Núñez, presidente de los populares en la región, estableció la nueva linea del partido. En su intervención, Núñez subrayó la importancia de que cualquier modificación a las reglas de operación del trasvase Tajo-Segura refleje un consenso alcanzado en una mesa de trabajo que incluya a todos los agentes afectados.

Con el objeto de alcanzar un acuerdo en la región, el líder del PP en Castilla-La Mancha invitó al presidente regional, Emiliano García-Page, a abandonar su postura considerada «bélica» sobre este asunto y fomentar un espíritu de entendimiento y diálogo. Núñez enfatizó que es esencial establecer una posición «nítida y unida» de la comunidad autónoma en materia del trasvase Tajo-Segura y solicitó que el gobierno regional convoque urgentemente a los afectados para discutir y consensuar las alegaciones pertinentes.

El presidente del PP de Castilla-La Mancha también señaló que la región necesita una planificación hidrológica que asegure las necesidades presentes y futuras de la comunidad, y que tal plan debería ser discutido próximamente en el Parlamento de Castilla-La Mancha.

En relación con la coordinación entre diversas regiones, Núñez recalcó que su compromiso es con Castilla-La Mancha y que ha alineado su postura con figuras políticas locales como los alcaldes de Talavera de la Reina, Toledo y Guadalajara, así como con los dirigentes de pueblos ribereños de Cuenca y Guadalajara. Finalizó instando a Emiliano García-Page a seguir el mismo proceso de consenso.

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