La Mesa del Frío de Ciudad Real, un conglomerado de organizaciones y dependencias gubernamentales como Cruz Roja, Cáritas, Protección Civil y las concejalías de Servicios Sociales y de Seguridad Ciudadana, ha implementado cambios importantes en su Plan de protección de personas sin hogar ante condiciones meteorológicas adversas. La novedad radica en la mayor flexibilidad para la apertura del centro de atención localizado en la calle Borja, la cual dependerá de las temperaturas mínimas y las alertas emitidas por la Agencia Estatal de Meteorología sobre lluvias o vientos intensos.
El centro ahora se abrirá cuando los termómetros marquen una mínima de 6 grados Celsius, un grado más que la normativa anterior. Según Aurora Galisteo, concejala de Servicios Sociales, el centro será accesible además siempre que las condiciones del tiempo así lo ameriten, independientemente de si se alcanza o no la citada temperatura. Galisteo informó de la apertura inmediata del centro debido a la previsión de bajas temperaturas, anunciando que permanecerá disponible al menos hasta la noche del jueves al viernes, a la espera de futuras revisiones meteorológicas.
El verano pasado, el centro funcionó durante un total de siete días, atendiendo a 15 personas, en respuesta a olas de calor extremo, doblando la cifra de usuarios respecto al verano anterior. La asistencia brindada refleja la creciente preocupación y la atención a la variabilidad climática y sus impactos en los más vulnerables.
Además, se ha hecho mención a un recuento nocturno de personas sin hogar realizado a mediados de octubre, en el cual colaboraron 56 voluntarios. Estos datos son parte de un esfuerzo nacional dirigido desde la Dirección General de Diversidad Familiar y Servicios Sociales del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, que pretende establecer una metodología común para identificar y entender la exclusión residencial en el país y, con ello, desarrollar acciones de política social más efectivas.
La concejala Galisteo ha subrayado la importancia de este proyecto, no solo en términos de cuantificación sino para profundizar en el conocimiento sobre el perfil sociodemográfico y las condiciones de vida de estas personas. En el censo específico de Ciudad Real y sus áreas anejas, se contabilizaron 29 personas sin techo, con una predominancia masculina y una media de edad de 50,35 años.
Finalmente, se mencionó una curiosidad técnica: la iniciativa piloto de Ciudad Real sirvió para detectar y corregir un error en la aplicación informática suministrada por el ministerio, que fue subsanado a tiempo para los recuentos en otras ciudades españolas. Este hecho resalta la importancia del trabajo colaborativo y la innovación en el abordaje de problemáticas sociales complejas.