Este jueves se ha presentado la convocatoria del nuevo Premio Nacional de Tauromaquia, cuya decisión final se tomará el próximo 11 de febrero en la sede del Gobierno de Castilla-La Mancha, en Toledo, y la entrega del galardón se llevará a cabo en el Senado. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, subrayó la relevancia del premio, atribuyéndolo al esfuerzo conjunto de nueve comunidades autónomas y al Senado. «Este premio es un símbolo de presente y futuro. Cuanto más intenten prohibirlo, más proliferará. La libertad incluye disfrutar de una tarde en una plaza de toros», afirmó durante la presentación.
Victorino Martín, presidente de la Fundación Toro de Lidia, detalló que el jurado estará formado por representantes del Senado, de las comunidades autónomas implicadas, así como por figuras reconocidas en el mundo taurino y algunos Premios Nacionales de años anteriores, como Paco Ojeda y Juan José Padilla. Pedro Rollán, presidente del Senado, agradeció al ministro de Cultura, Ernest Urtasun, por haber suprimido el premio anteriormente, sugiriendo que dicha prohibición revitalizó la tauromaquia en España.
La convocatoria del nuevo premio se produce tras la controversia generada por la decisión de Urtasun a principios de mayo de suprimir el galardón, lo que provocó reacciones negativas incluso de parte de figuras del Partido Socialista, como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Ante la crítica, el Senado anunció que daría lugar a la concesión del premio en colaboración con la Fundación Toro de Lidia.
El acto de presentación contó con la participación de personalidades del mundo taurino, incluyendo el torero Julián López ‘El Juli’ y varios consejeros y representantes de comunidades autónomas. La viceconsejera de Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, Carmen Teresa Olmedo, resaltó el papel de la tauromaquia como un motor de desarrollo económico en la región, generando 10.000 puestos de trabajo y más de 400 millones de euros en recursos económicos anuales. Además, defendió el estatus cultural de la tauromaquia, asegurando que debe ser considerada como una manifestación artística arraigada en la sociedad.
Olmedo hizo hincapié en la importancia del Premio Nacional de Tauromaquia, argumentando que no debe ser concedido solamente por justicia sino también por inteligencia. La Fundación Toro de Lidia y las nueve comunidades autónomas involucradas han tomado la iniciativa para asegurar que el premio continúe reconociendo los méritos de los profesionales del sector, enfatizando que se trata de un reflejo de la cultura y la tradición en España.
