El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado un nuevo decreto que busca modernizar y actualizar la normativa de empresas y alojamientos turísticos hoteleros en la región. La legislación actual, que data de 1989, se considera obsoleta y se ha llegado a un consenso con el sector para su renovación.
Una de las principales novedades introducidas es que ahora serán los propios establecimientos quienes determinarán su número de estrellas a través de una autoevaluación. La consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, explicó que los requisitos para regular las estrellas de los hoteles están establecidos por normativas nacionales e internacionales, por lo que esta autoevaluación tiene como objetivo agilizar los trámites entre el sector y la administración. No obstante, la Administración realizará las comprobaciones necesarias para garantizar la veracidad de los datos proporcionados.
Además, se establecerán distintas categorías de hoteles en función de su especialización. Entre ellas estarán las de hotel balneario, hotel spa, hotel de congresos y eventos, hotel enoturístico, hotel familiar, motel y hotel rural. Los apartahoteles y hostales también podrán optar a categorías específicas.
El nuevo decreto también se ocupa de la actualización de las instalaciones, el equipamiento y los servicios que deben ofrecer los establecimientos hoteleros. También se regulan aspectos como el régimen de reservas, cancelaciones y precios, con el fin de garantizar un servicio de calidad y establecer los compromisos y responsabilidades de los empresarios.
La normativa establece que las declaraciones responsables y las comunicaciones del sector con la Administración sean más fluidas y directas.
Sin embargo, la consejera advirtió que debido a la diversidad y extensión del territorio de Castilla-La Mancha, se reservan la posibilidad de otorgar dispensas a algunos establecimientos en casos excepcionales y justificados por alguna singularidad.
Esta nueva regulación afectará a un total de 969 establecimientos en toda la región de Castilla-La Mancha, siendo las provincias de Toledo y Ciudad Real las más representadas, con un 25% y un 20% de los establecimientos, respectivamente.
Con la aprobación de este nuevo decreto, la región busca adaptarse a las necesidades del sector turístico y promover un entorno favorable para el desarrollo y crecimiento de las empresas y alojamientos turísticos hoteleros, impulsando así el turismo en la región de Castilla-La Mancha.
