La Diputación de Toledo ha inaugurado un nuevo sendero de Guadalupe que atraviesa 19 municipios de la provincia y tiene una longitud de más de 160 kilómetros. El objetivo de este nuevo sendero es poner en valor los caminos que llevan a la ruta de peregrinación y servir como un revulsivo para las localidades por las que pasa, con el fin de evitar que se conviertan en España vacía. Julia Torija, monitora ambiental, ha indicado que este es el primer sendero de gran recorrido de la Red de Senderos de la Diputación toledana.
El Camino de Guadalupe se ha convertido en un atractivo turístico para los pueblos por los que pasa y su objetivo es atraer turismo a poblaciones pequeñas. La idea surgió en el año 2020 y se pensó que el Camino de Guadalupe podría ser un buen revulsivo para los pueblos por los que transcurre.
El camino no fue fácil de crear ya que se tuvo que variar el camino inicialmente pensado por problemas técnicos. Finalmente se utilizó el Camino Real a Guadalupe entre Toledo y Talavera y, desde ahí, se sigue un recorrido alternativo que no forma parte de ninguno de los caminos a Guadalupe oficiales hasta Gargantilla, en Sevilleja de la Jara, para finalmente tomar el Camino de los Montes de Toledo hasta Puerto de San Vicente.
El sendero de Guadalupe pasa por 19 municipios y cuenta con homologación internacional. Se ha dividido en ocho etapas de entre 20 y 30 kilómetros, lo que permite que se pueda ir pernoctando al final de cada etapa o incluso se pueda hacer por fines de semana. También está diseñado para poder realizarse en bicicleta.
La ruta se incluirá «en breve» en la app Senderos de Toledo, puesta en marcha recientemente por la Diputación toledana para dar una mayor difusión a los recorridos senderistas que la Institución provincial incluye en su red de senderos. Actualmente se puede consultar en la página web www.senderosdetoledo.org. Para la monitora ambiental, el tramo favorito del sendero es el que discurre entre La Nava de Ricomalillo y Puerto de San Vicente, que engloba las últimas dos etapas.