El Consejo de Ministros ha reconocido la necesidad de continuar con las labores de reparación de daños ocasionados por las graves inundaciones del pasado septiembre, provocadas por la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), que asolaron la cuenca del Tajo. Las afecciones se concentraron en el centro y oeste de la cuenca, con caudales que superaron los niveles de avenidas con periodos de retorno de hasta 500 años.
Esta emergencia de fase 2, de reparación, ha sido declarada debido a la magnitud del desastre y la imperiosa necesidad de actuar para prevenir futuros perjuicios. El trasfondo de esta decisión es cumplir con los requerimientos de urgencia estipulados para la implementación de las obras previstas.
La inversión para la ejecución de esta segunda fase asciende a un millón de euros, suministrados por la Dirección General del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Este presupuesto se adiciona al ya aprobado en octubre para la primera fase, con el mismo montante económico. El plazo estimado para desarrollar estas intervenciones es de seis meses.
Dentro de las labores a realizar en esta fase se incluyen la retirada de obstrucciones vegetativas y sedimentos acumulados que reducen la capacidad del cauce y representan un riesgo ante nuevas lluvias intensas. Se enfatiza la relevancia de actuar en el interior de los núcleos urbanos.
Con una evaluación de los daños, se ha decidido enfocar esfuerzos en cauces específicos de municipios de Toledo, como El Viso de San Juan y Arges, destinos a los que se dedicarán aproximadamente 554.000 euros. Además, se interviene en localidades madrileñas, como Aldea del Fresno y Villamanta con un presupuesto estimado de 398.000 euros, y en Alovera (Guadalajara), con una inversión de 27.000 euros.
Según la normativa vigente, el MITECO recuerda que las actividades de conservación y mantenimiento de los cauces en zonas urbanas corresponden a los ayuntamientos. Mientras tanto, la Confederación Hidrográfica del Tajo concede autorizaciones para este fin y rechaza aquellas propuestas que resultan en la eliminación desmedida de vegetación ribereña o alteración de los cauces naturales.
La CHT también enfatiza su compromiso con la conservación y mantenimiento de cauces, habiendo destinado 5,4 millones de euros en 2022 para ríos fuera de zonas urbanas. Por último, el ministerio indica que la severidad de los daños relacionados con estos fenómenos muchas veces se debe a la inadecuada ordenación territorial que ha eliminado llanuras de inundación naturales y confinado los cauces de los ríos, lo cual los hace insuficientes para contener crecidas extraordinarias.