En un recrudecimiento de las tensiones en la región, las Fuerzas de Defensa de Israel han lanzado una nueva serie de ataques aéreos en la madrugada de este viernes. Los bombardeos fueron dirigidos a un paso fronterizo crítico entre Siria y Líbano, que, según Israel, es utilizado por la milicia chií Hezbolá para el traslado de armamento. Este ataque se produce solo una semana después de una acción similar que resultó en el herido de al menos dos civiles.
La ofensiva israelí, que tuvo lugar alrededor de las 04:00 horas (hora local), fue detallada por las autoridades militares a través de la red social X. Según sus declaraciones, aviones de combate de la Fuerza Aérea israelí se enfocaron en “ejes de transferencia de municiones e infraestructura terrorista cerca de los pasos fronterizos del régimen sirio entre Siria y Líbano”. El objetivo declarado de estos ataques era interrumpir las operaciones de Hezbolá, que presuntamente utiliza estos corredores para abastecerse de armas destinadas a ataques contra Israel.
La cadena de televisión libanesa Al Manar, afín al grupo chií, fue una de las primeras en informar sobre el incidente. Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel se mantienen firmes en su postura de que estas acciones son necesarias para asegurar la seguridad interna del país. Sostienen que Hezbolá, con el apoyo del régimen sirio, hace uso de la infraestructura civil para perpetrar actos terroristas y facilitar el tráfico de armas contra Israel.
El Ejército israelí ha reiterado su compromiso de “eliminar cualquier amenaza al Estado de Israel” y asegurar que el poder de Hezbolá no sea restablecido. Este reciente ataque subraya la continua volatilidad en la frontera entre Israel, Siria y Líbano, marcando un aumento significativo en las hostilidades entre Israel y las fuerzas respaldadas por Irán en la región. Este conflicto transfronterizo sigue escalando, dejando a la comunidad internacional en vilo sobre las posibles repercusiones en la ya compleja dinámica de seguridad en Medio Oriente.