El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha dejado claro que la Comunidad Autónoma no se conformará con menos en lo que respecta al agua y hará todo lo posible en cada negociación de los planes hidrológicos.
Durante la inauguración de la modernización de regadío en el embalse de Gasset en Fernán Caballero (Ciudad Real), García-Page ha resaltado que lo que se ha conseguido hasta ahora en las negociaciones de los planes hidrológicos no es el resultado final. Según ha explicado, la situación hídrica del país en 10, 20 o 30 años no será la misma, ya que habrá aún menos agua. Por ello, la región se ha propuesto obtener todo lo que sea posible en cada periodo de negociación. Hasta el momento, este enfoque ha sido exitoso.
Sin embargo, García-Page también ha lamentado la desigualdad que existe entre Castilla-La Mancha y otras regiones en cuanto a la proporción de hectáreas de secano y regadío. Mientras que en la Comunidad Valenciana y Murcia esta proporción supera el 40%, en Castilla-La Mancha es del 16%. No es justo, según García-Page, que esta región tenga que ceder agua mientras otras no demuestran la misma austeridad en cuanto a su consumo.
Además, el presidente ha expresado su malestar por aquellos que cuestionan las infraestructuras destinadas a la conexión entre los ríos, especialmente cuando se trata de agua potable. García-Page ha hecho hincapié en que el suministro de agua para beber nunca debe faltar, ni en Castilla-La Mancha ni en el Levante.
En resumen, la postura de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha es clara: no se conformará con menos en materia de agua y luchará por conseguir todo lo posible en cada negociación de los planes hidrológicos. La desigualdad en el consumo de agua entre regiones también es una preocupación, y es necesario garantizar el suministro de agua potable para todos. Solo el tiempo dirá cómo se desarrollan las futuras negociaciones y si la región logra alcanzar sus objetivos en este ámbito.