En un desarrollo significativo relacionado con la adquisición de United States Steel Corporation por Nippon Steel Corporation, la administración estadounidense ha tomado medidas decisivas. El 14 de marzo de 2024, el Comité de Inversiones Extranjeras en los Estados Unidos (CFIUS) recibió un aviso voluntario sobre esta transacción propuesta, lo que desencadenó un proceso de revisión que culminó en un análisis exhaustivo de sus implicaciones para la seguridad nacional del país.
El presidente, tras evaluar la situación, emitió una orden el 3 de enero de 2025, que prohibía la transacción, argumentando que representaba una amenaza potencial para la seguridad nacional. Esta decisión se tomó en virtud de la Ley de Producción de Defensa de 1950, que permite al presidente intervenir en transacciones que puedan comprometer la seguridad del país.
Sin embargo, el 7 de abril de 2025, el presidente ordenó una revisión de la transacción, solicitando a CFIUS un análisis detallado sobre los riesgos de seguridad nacional asociados y académicamente examinando posibles medidas de mitigación que pudieran implementar tanto U.S. Steel como los compradores. A finales de mayo del mismo año, CFIUS recomendó continuar con un enfoque que permitiera supervisar y asegurar la protección de los intereses nacionales.
En la orden más reciente, el presidente reafirmó que existía evidencia suficiente para creer que la adquisición podría comprometer la seguridad nacional. No obstante, también se reconoció que era factible encontrar medidas que mitigaran esos riesgos, siempre que se cumpliesen ciertos términos. Se modificó la orden anterior para incluir la posibilidad de un acuerdo de seguridad nacional, que las partes tendrían que ejecutar antes de cerrar la transacción.
La administración dejó claro que reservaba el derecho a emitir más órdenes en función de cómo se desarrollara la situación, subrayando la naturaleza delicada y compleja de la intersección entre la inversión extranjera y la seguridad nacional. Este enfoque refleja un creciente escrutinio hacia las transacciones internacionales, especialmente en sectores considerados estratégicos.
Esta decisión ha puesto de relieve el compromiso del gobierno de proteger la infraestructura crítica del país y asegurar que cualquier actividad económica no comprometa sus intereses fundamentales. El futuro de la adquisición de United States Steel por parte de Nippon Steel se mantiene en un estado de incertidumbre, mientras las partes involucradas evalúan su próximo paso dentro de un marco regulatorio persistente y bajo el escrutinio del gobierno estadounidense.
Fuente: WhiteHouse.gov