En un emotivo acto que destila solidaridad y esperanza, seis menores con discapacidad provenientes de los poblados de refugiados saharauis están experimentando un verano repleto de actividades y cariño en la ciudad de Puertollano. Bajo la acogida de la coordinadora de Puertollano, María Luisa López Monroy, estos niños han encontrado un hogar temporal donde pueden disfrutar y aprender lejos de las dificultades que enfrentan en su día a día.
Recibidos en el Ayuntamiento por el alcalde Miguel Ángel Ruiz, cada menor fue agasajado con un regalo especial que promise una tarde entretenida de cine. Los menores, acompañados de sus cuidadoras, han sido objeto de una cálida bienvenida que simboliza el apoyo y la inclusión que Puertollano quiere ofrecer.
Entre los niños, cada uno trae consigo una historia y desafíos particulares: Nafi M.M S sufre acondroplasia y lucha contra un retraso intelectual leve y un problema cardíaco. Saida M. A. L., afectada por el autismo e hiperactividad, recientemente perdió a su hermana en un trágico incendio. La sordera es el obstáculo diario de Nasra B.S, mientras Aglaila H. A. intenta superar una hemiplejia leve derecha y la depresión por el fallecimiento de su padre en la guerra. Dagna M.B. convive con vitíligo y un déficit de atención leve y, por último, Enna K.S, un menor acogido por la única familia de acogida en Puertollano en 2024.
Durante julio y agosto, estos pequeños valientes participan en actividades semanales que incluyen nadar en la piscina, visitar el parque, ir al cine y disfrutar de encuentros con amigos. Además, se ofrecen talleres de terapia y manualidades en el alojamiento provisto gracias a una subvención del Excmo Ayuntamiento de Puertollano y la generosidad de los propietarios del inmueble.
La coordinadora María Luisa Monroy ha expresado su profundo agradecimiento al Ayuntamiento de Puertollano, a la Fundación Fuente Agria, al personal sanitario del Centro de Salud Barataria y hospital Santa Bárbara, a Oye Más, a Glamur Estilistas y a la Diputación Provincial. Todos ellos han jugado un papel fundamental al hacer posible que estos menores disfruten del Programa Vacaciones en Paz.
La culminación de este verano de alegrías y progreso será una acampada de despedida programada para los días 24 y 25 de agosto en las instalaciones de la Dehesa Boyal, una oportunidad para todo el grupo de acogida de cerrar con broche de oro esta experiencia inolvidable.
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