La compañía Iberdrola ha demostrado su apuesta por la biodiversidad local al convertir su planta fotovoltaica, el «Proyecto Barcience», en un refugio para los cernícalos primilla. Esta especie emblemática se encuentra en peligro de extinción debido a la falta de lugares para su reproducción. Por esta razón, la compañía ha impulsado la construcción de un hogar para albergar futuras colonias de cernícalos primilla.
La instalación es un hábitat idóneo para la especie ya que es una zona libre de insecticidas y cuenta con espacios abiertos que ofrecen una alimentación variada que va desde insectos hasta pequeños mamíferos o aves. Además, su ubicación en lugares bien conservados y libres de ruido favorece la cría de esta ave y evita su extinción.
En la planta fotovoltaica de Bargas, que ha sido desarrollada en colaboración con la Junta de Castilla-La Mancha y gestionada por la empresa Geacam, ya viven dos parejas adultas de cernícalo primilla y se espera que se asienten y consoliden una nueva colonia. La actuación busca contribuir a la recuperación de la población de esta especie en la zona y forma parte de las más de 1.450 acciones de protección de la biodiversidad que ha realizado Iberdrola en los últimos tres años.
La técnico medioambiental encargada de la supervisión del proyecto, Syra Zemlia Díaz, considera que «es un enclave idóneo para la reintroducción de los cernícalos primilla. Esperamos que los resultados se vean a partir de finales de este mes, ya que es la época de puesta y cría de dicha especie». Iberdrola trabaja para que todas sus actividades se lleven a cabo de forma sostenible y compagina integralmente la instalación de proyectos renovables con la conservación de la diversidad biológica de los ecosistemas.
