El servicio de Neumología del Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), se consolida como un servicio de referencia nacional con nuevos reconocimientos en forma de premios y becas a su labor investigadora.
Por un lado, la neumóloga Pilar Resano ha obtenido el Primer Premio al Mejor Proyecto de Investigación de la sociedad científica Neumomadrid por un trabajo del que es investigadora principal, basado en su tesis doctoral.
Este proyecto pretende demostrar si la apnea del sueño puede ser un factor de riesgo cardiovascular, lo que demostraría la utilidad de la CPAP (la máquina que se emplea para el tratamiento de la apnea) para revertir ese riesgo. Tiempo atrás, el equipo de Neumología llevó a cabo este estudio en pacientes con apnea que habían sufrido un accidente cardiovascular.
Un primer estudio no permitió demostrar que la apnea fuera determinante en el riesgo de padecer un nuevo infarto o que el uso de la CPAP resultara útil en este sentido. Sin embargo, valoraron que los resultados habían podido deberse a que el estudio se había llevado a cabo con pacientes que ya habían sufrido un infarto, lo que “ya hace que tengan un elevado riesgo cardiovascular y, en este sentido, la apnea del sueño no es un factor que influya decisivamente”, ha especificado Resano.
Por este motivo, pretende analizar ese riesgo en pacientes con apnea sin antecedente de infarto. Para ello se ha optado por buscar biomarcadores; esto es, marcadores en sangre para determinar a qué pacientes les puede resultar útil la CPAP para evitar un infarto y a quiénes no.
Uno de estos marcadores es la IMA (Inmunoglobuline Modified Albumin) que determina el riesgo de sufrir un evento cardiovascular futuro.
“Lo que pretendemos no es hacer una prevención secundaria de infarto en personas que ya lo han padecido sino una prevención primaria, cuando aún no ha sucedido, y nuestra hipótesis es que la IMA puede ser importante para identificar qué pacientes pueden beneficiarse del tratamiento con CPAP para prevenirlo”.
El proyecto cuenta con la colaboración del Instituto de Investigaciones de La Paz (IdiPAZ), que ha realizado las determinaciones de biomarcadores en un amplio grupo de pacientes con antecedentes de infarto. Ahora se encara una segunda fase con un amplio grupo de pacientes, con y sin apnea del sueño que no han sufrido ningún evento cardiovascular, y el estudio de sus biomarcadores podría revelar si la apnea puede tener un impacto en ese riesgo.
Becas de la SEPAR
Por otra parte, el servicio de Neumología ha obtenido importantes becas durante el último congreso de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Dos de sus investigaciones se han impuesto entre cientos de trabajos presentados por profesionales de toda España y han obtenido becas cuya cuantía se destinará a la continuación de las mismas.
En el apartado de trabajos de investigadores nobeles, se ha concedido beca a un trabajo basado en la tesis de la neumóloga Sofía Romero que tiene como finalidad identificar distintos fenotipos o perfiles de pacientes con apnea obstructiva del sueño. “La apnea se asocia siempre a un paciente varón, obeso, de cierta edad y que se queda dormido durante el día”, y sin embargo en la práctica clínica diaria “encontramos distintos perfiles que pueden beneficiarse de estrategias diagnósticas y tratamientos distintos y no sólo el uso o no de CPAP”, ha detallado.
Para ello, desde 2014 se ha hecho una exhaustiva recogida de datos de más de 2.000 pacientes del Hospital para tratar de identificar los distintos tipos. Se obtuvo una clasificación en la que figuran pacientes más jóvenes, con apnea más leve y menor riesgo cardiovascular; un paciente ‘prototipo’, más mayor, con sobrepeso y apnea más grave que se subdivide en pacientes sin enfermedad cardiovascular, aunque con factores de riesgo, y pacientes con enfermedad cardiovascular ya establecida; y finalmente un cuarto grupo, “muy interesante, predominantemente mujeres con unas características muy distintas al varón”.
Éstas “suelen presentar un perfil más depresivo, con más consumo de fármacos para la ansiedad y la depresión, no es obesa, no tiene una apnea tan grave y tarda más en llegar a la consulta”. El trabajo sugiere la necesidad de no tratar del mismo modo la apnea del sueño en pacientes diferentes, que pueden precisar distinto tratamiento “y no exclusivamente una CPAP”.
Finalmente, la SEPAR ha concedido, en la categoría de Programas Integrados de Investigación (PIIS), una beca a un trabajo que también gira en torno a la apnea obstructiva del sueño y su impacto sobre el riesgo cardiovascular, esta vez sobre una población a priori “sana”.
El trabajo se realiza con el prestigioso Centro Nacional de Investigaciones Cardiológicas (CNIC), que desarrolla el proyecto Pesa (Progression of Early Subclinical Atherosclerosis), pionero en el uso de técnicas de imagen no invasivas para mejorar la estimación del riesgo de enfermedades cardiovasculares antes de su aparición. El Proyecto ‘Pesa Sueño’ del CNIC-Santander, del que la neumóloga Olga Mediano es investigadora principal, consiste en el análisis de 4.000 personas sanas, trabajadoras de una misma entidad.
De estas 4.000 personas se tenían datos previos de resonancia magnética, PET y tac de arterias coronarias, y Neumología de Guadalajara se suma al proyecto realizando al grupo un estudio de sueño para valorar la posible relación entre la apnea del sueño y la arterioesclerosis subclínica (en su fase inicial, cuando aún no muestra síntomas).
El equipo de Neumología del Hospital de Guadalajara ha expresado su satisfacción por estos reconocimientos que llegan por “un trabajo de muchos años, con muchas líneas de investigación”.