En un momento crítico para la democracia venezolana, la dirigente opositora María Corina Machado ha puesto de manifiesto su rechazo a los resultados de las elecciones celebradas hace un mes, acusando al gobierno de Nicolás Maduro de perpetrar un «fraude» electoral. Durante una masiva concentración en Caracas, a la que asistieron miles de partidarios, Machado denunció el supuesto robo de votos e instó a la comunidad internacional y a la población a mantenerse movilizada en busca de justicia.
Según Machado, la victoria debería haber sido para Edmundo González Urrutia, el principal candidato opositor, contradiciendo así las afirmaciones del Consejo Nacional Electoral (CNE) y del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), instituciones que han declarado a Maduro como vencedor. “El pueblo de Venezuela votó por el cambio y Edmundo González Urrutia es nuestro presidente electo”, afirmó con determinación.
La líder opositora argumenta que no solo hay un rechazo interno, sino que la presión internacional también aumenta, dado que ningún gobierno democrático ha validado los resultados proclamados por el oficialismo. Además, criticó duramente al Supremo, controlado por el chavismo, por intentar lavar la cara del gobierno y buscar una legitimidad internacional que considera inexistente.
Entre los puntos destacados en su discurso, Machado hizo un llamamiento a las Fuerzas Armadas y a la Policía para que se sumen a la defensa de la democracia venezolana, enfatizando su papel como garantes de la verdad electoral, una verdad que el gobierno de Maduro se niega a revelar según ella. Este llamado a la colaboración marca un punto crucial en la estrategia opositora, buscando fracturar el soporte militar del que históricamente ha disfrutado el chavismo.
Durante la reunión, se resaltó el difícil periodo post-electoral que ha vivido el país, señalando que el régimen ha detenido a unas 2.500 personas en un intento por aplacar las protestas opositoras. Edmundo González, por otro lado, ha evitado presentarse ante la Fiscalía, pese a haber sido citado en dos ocasiones, reafirmando su posición y la del movimiento opositor a través de mensajes en redes sociales. «Hemos dejado claro ante el mundo la verdad de lo que ocurrió: ¡el pueblo venezolano triunfó de manera abrumadora!», declaró.
Los últimos días han sido descritos por González como una «prueba» de unidad y determinación de la oposición, poniendo énfasis en la importancia de continuar la lucha por una transición ordenada y pacífica, en la que prevalezca la verdad. Este momento representa no solo un desafío para el futuro inmediato de Venezuela, sino también un llamado a la reflexión sobre la solidez de las instituciones democráticas y el papel de la comunidad internacional ante la crisis política y social que atraviesa el país.