Mirando atrás y repasando la historia de las mujeres rurales en las explotaciones agrícolas y ganaderas de nuestra región es motivo más que suficiente para justificar los avances y medidas legales que se están tomando para potenciar la actividad de las mujeres. El día internacional de las mujeres rurales, que se celebra anualmente el 15 de octubre, es un día para reivindicar y visibilizar las figuras que son ejemplo en el sector, así como las posibilidades que tienen las explotaciones familiares para esto.
En el marco de la celebración internacional de las mujeres rurales de FADEMUR en Toledo, Bárbara Herráiz Blais de Abia de la Obispalía, un pueblo de menos de 70 habitantes en la provincia de Cuenca, explicó en una mesa de experiencias con otras emprendedoras de toda España qué la motivó a acogerse a la figura de Titularidad Compartida, así como los condicionantes que implica, porque no todo es color de rosa, Bárbara matiza que “la gente no se confunda con que cualquiera puede hacerlo así, de la nada, pues hay que cumplir unos requisitos y, por ejemplo, dependiendo del tipo de explotación, no se puede empezar desde cero así como así, diciendo me compro unas hectáreas y un tractor y ya”.
La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales, FADEMUR, lleva varios años apostando por la titularidad compartida, un camino para transformar en ley lo que sucede en las explotaciones agrícolas y ganaderas desde hace año. Es sencillo decir que, a igual trabajo, iguales condiciones, algo que de manera tradicional no sucedió. Por eso los ejemplos como el de Bárbara y Salva estén ayudando a emprendedoras de otras regiones; ya que sigue siendo una figura que carece de la publicidad necesaria. Pero claro, una situación que necesita mejorarse como ellos mismos indican, “hay muchas personas que sí serían buenas candidatas a acogerse a esta figura; como quienes ya están trabajando en el campo, pero sin que se les reconozca. O, como en mi caso”, explica recordando que, durante su ponencia, mujeres de otras comunidades le pidieron consejo sobre cómo acogerse a la titularidad compartida.
Bárbara llegó al sector debido a su relación con Salva, su pareja, procedente de otros sectores profesionales. Una vez dio el salto entendieron que era el momento de formalizarlo a nivel legal. Entre otras cuestiones que motivaron a Bárbara entendió de manera clara la necesidad de profesionalizar su actividad en la explotación. Por supuesto, estos pasos facilitan visibilizar el trabajo de las mujeres como ella, así como el fomento de la igualdad y la mejora la calidad de vida en el medio rural. “Es algo que nosotros tenemos claro, por eso hemos dado este paso; sabemos que si más personas lo hicieran mejorarías cuestiones como más personas en el medio rural, los colegios, los servicios, entre otras”, afirma Bárbara desde su explotación de cereales en Abia de Obispalía.
La figura de la titularidad compartida tiene entre sus objetivos, paliar la situación de desigualdad e invisibilización del trabajo de las mujeres rurales en el sector agrario y las consecuencias negativas que de ella se derivan, una norma que está en vigor desde el 5 de enero de 2012. En la actualidad en Castilla-La Mancha hay 221 explotaciones acogidas a la titularidad compartida, la segunda comunidad con más titularidades compartidas de España. Por provincias, 12 en Guadalajara, 35 en Albacete, 51 en Toledo, 57 en Cuenca y 66 en Ciudad Real.