En el mundo empresarial actual, muchas organizaciones aún mantienen pequeños (o no tan pequeños) centros de datos On-Premise, es decir, ubicados dentro de sus propias oficinas. Sin embargo, cada vez más empresas se preguntan si este modelo es realmente la mejor opción en un entorno tecnológico que evoluciona rápidamente. Las demandas de escalabilidad, seguridad, eficiencia y cumplimiento normativo son solo algunos de los factores que han llevado a muchas compañías a replantearse su infraestructura de datos.
¿Por qué es importante revisar el estado de tu centro de datos? Vamos a explorar las principales razones por las que una empresa debería considerar el cambio y los beneficios que podría obtener al optar por un centro de datos externo o una solución de colocation.
1. Capacidad y escalabilidad: Crecer sin limitaciones
Una de las principales razones para cambiar de centro de datos es la necesidad de mayor capacidad y flexibilidad. A medida que las empresas crecen, también lo hacen sus requerimientos de almacenamiento y procesamiento de datos. En muchos casos, los centros de datos On-Premise no cuentan con la infraestructura necesaria para satisfacer estas nuevas necesidades sin realizar costosas obras o actualizaciones, lo que puede llevar meses.
Optar por un centro de datos externo permite a las empresas escalar de manera ágil, obteniendo nuevos recursos rápidamente y sin interrupciones en sus operaciones. «El crecimiento es una necesidad constante para las empresas, y los centros de datos profesionales ofrecen la capacidad de expandirse de manera inmediata sin problemas de espacio o energía», destaca David Carrero, cofundador de Stackscale (Grupo Aire), empresa especializada en infraestructura cloud y centros de datos.
2. Seguridad y confiabilidad: Protege tu activo más valioso
La seguridad es un factor clave en cualquier centro de datos. No solo se trata de proteger la infraestructura física, sino también de garantizar la seguridad de los datos. Un centro de datos On-Premise puede no ofrecer los mismos niveles de protección que un centro especializado, donde se dispone de medidas avanzadas como videovigilancia 24/7, control de acceso biométrico, racks cerrados y sistemas de redundancia.
Carrero resalta la importancia de contar con un centro de datos seguro y confiable: «La información es el activo más valioso de cualquier empresa. Un centro de datos profesional garantiza que esté protegida en todo momento, reduciendo los riesgos de brechas de seguridad y garantizando la continuidad del negocio».
3. Costes reducidos: Ahorro y eficiencia energética
Mantener un centro de datos On-Premise puede resultar costoso, sobre todo en términos de consumo energético y refrigeración. En muchos casos, estos centros son ineficientes y el coste de mantenerlos operativos es elevado. Además, los centros de datos profesionales suelen tener acuerdos energéticos más favorables, lo que se traduce en un coste por kWh más competitivo.
Carrero señala que, a largo plazo, optar por un centro de datos profesional puede generar ahorros significativos. «La eficiencia energética y la optimización de costes son dos de las grandes ventajas que ofrecen los centros de datos externos. Además, los costes ocultos como la conectividad entre racks o las manos remotas son más transparentes y ajustados en centros profesionales».
4. Ubicación geográfica: Proximidad y cumplimiento legal
La ubicación del centro de datos es otro factor crucial. Dependiendo del tipo de negocio y los usuarios, puede ser necesario que el centro de datos esté ubicado en una región específica para cumplir con las normativas legales o para mejorar la latencia del servicio.
«Si tus usuarios están en España, no tiene sentido que tu centro de datos esté en otro país, lo que añadiría latencia innecesaria», explica Carrero. «Además, dependiendo del sector, puede que las regulaciones impongan que los datos se almacenen dentro de la Unión Europea».
5. Recuperación ante desastres: Redundancia y continuidad
Los desastres naturales son impredecibles, pero su impacto puede ser devastador para los centros de datos que no cuentan con la redundancia y protección adecuada. Un buen centro de datos debe estar diseñado para soportar todo tipo de eventualidades, desde cortes eléctricos hasta problemas de conectividad, asegurando una rápida recuperación en minutos.
Los centros de datos profesionales están preparados para garantizar la continuidad del negocio incluso en las circunstancias más adversas. «Es vital que las empresas cuenten con un plan sólido de recuperación ante desastres, y eso solo puede garantizarlo un centro de datos con infraestructura redundante», afirma Carrero.
6. Cumplimiento de normativa: Asegurar la conformidad
Dependiendo del sector y la ubicación geográfica, las empresas pueden estar sujetas a estrictas regulaciones sobre dónde y cómo almacenar sus datos. Contar con un centro de datos que cumpla con las normativas, como el estándar PCI DSS para información de tarjetas de crédito o la certificación ISO27001 para la seguridad de la información, es fundamental para evitar sanciones y garantizar la confianza de los clientes.
Carrero subraya la importancia de cumplir con estas regulaciones: «Los centros de datos profesionales suelen tener certificaciones como TIER III o IV, o equivalentes, que garantizan un nivel de seguridad y redundancia adecuado. Esto ofrece una tranquilidad que difícilmente se logra con un centro de datos On-Premise».
¿Es rentable cambiar de centro de datos?
La respuesta es sí. Mantener un centro de datos en las oficinas de la empresa implica altos costes de mantenimiento, electricidad y refrigeración, sin contar con los riesgos asociados a la falta de redundancia y seguridad. Un centro de datos profesional ofrece una alternativa más eficiente y rentable, con la posibilidad de escalar según las necesidades del negocio y asegurar el cumplimiento de las normativas vigentes.
En resumen, los centros de datos On-Premise pueden haberse quedado cortos para las necesidades modernas de las empresas. La migración a un centro de datos externo o una solución de colocation es una decisión estratégica que permite mejorar la seguridad, la eficiencia y la escalabilidad de las operaciones. Como concluye Carrero: «Invertir en un centro de datos profesional no es solo una cuestión de costes, es una inversión en la seguridad y el futuro de la empresa».