En una noche cargada de emociones extremas, la última emisión de Supervivientes 2025 prometía una confrontación épica que no defraudó. La tensión ya había sido anticipada por Sandra Barneda, la presentadora del programa, quien advirtió a los televidentes que se prepararan para una batalla verbal sin precedentes. Sin embargo, lo que siguió superó todas las expectativas, desembocando en un caos televisivo que mantuvo a la audiencia en vilo.
La polémica se desató al reunir en plató a Montoya y Anita, una expareja -conocidos anteriormente por su participación en La isla de las tentaciones- cuya relación había terminado de manera tormentosa fuera de cámaras. Lo que empezó como un intercambio de reproches rápidamente escaló a gritos descontrolados y lágrimas, con ambos participantes incapaces de contener su emoción. Anita acusó a Montoya de desatención tras el fin del concurso, mientras él la censuraba por su comportamiento. La disputa llegó a su punto álgido cuando Anita, desbordada por la emoción, exclamó: «¡Yo no tengo familia, solo la tienes tú! ¡Me da igual! ¡Me da igual todo! ¡Ya está! ¡Se acabó! Ahora voy a pensar en mí».
La revelación de una supuesta relación sexual entre ambos, previamente destapada por Makoke en la isla, añadió más leña al fuego. Montoya negó vehementemente las acusaciones, enfatizando su situación familiar y acusando a Anita de mentir abiertamente sobre eventos que, según él, nunca ocurrieron. Los colaboradores del programa, lejos de apaciguar los ánimos, avivaron la disputa con comentarios que solo profundizaron las heridas emocionales de los implicados.
Durante toda la noche, la tensión fue palpable, tanto en el plató como en las redes sociales, donde Supervivientes invitaba a su audiencia a posicionarse a favor de Anita o Montoya. Un breve corte publicitario ofreció un necesario respiro, pero el retorno no trajo consuelo alguno. A pesar de estar sentados en el mismo sofá, Anita permaneció notablemente ausente y apagada, mientras Montoya acaparaba la atención con su característico parloteo, enfrentándose no solo a Anita, sino también a otros colaboradores como Pelayo Díaz o Marta Peñate.
Este último episodio de Supervivientes 2025, marcado por conflictos sin resolver y emociones a flor de piel, pasará a la historia como uno de los debates de finalistas más tumultuosos. A pesar de los intentos de Sandra Barneda por mediar en la situación, ni siquiera la presentadora pudo domar el galope de esta batalla campal, dejando a la audiencia con más preguntas que respuestas sobre el futuro de esta complicada trama amorosa y de amistad.
