Anoche, Mónica Naranjo se adueñó del teatro de La revuelta en Televisión Española, sorprendiendo a los espectadores con su carisma y sinceridad. La icónica artista, estrella del show conducido por David Broncano, ofreció un vistazo íntimo a su vida a través de anécdotas personales y detalles sobre sus diversos proyectos, tanto en el ámbito musical como en televisión.
Al inicio de la conversación, Broncano no dudó en elogiar la capacidad de Mónica para contar historias. La charla se tornó aún más interesante cuando la cantante habló sobre su nuevo single, Por un like, lanzado esa misma tarde. “Recuerdo que llamé a Nebulossa para trabajar en este tema”, comentó, revelando que el grupo, encargado de la producción de la canción, representará a España en Eurovisión 2024.
Sin embargo, la chispa creativa que dio vida a su reciente trabajo surgió en una inusual noche de insomnio. “Eran las tres de la mañana. Estaba pensando en las experiencias que he tenido en los realities, especialmente con los tentadores”, confesó Mónica, provocando una expresión de sorpresa en Broncano.
El presentador recordó la primera edición de La isla de las tentaciones, un fenómeno mediático que despegó en España a principios de 2020. “Tú fuiste quien lo introdujo en el país”, afirmó, generando risas y complicidad entre ambos. Mónica, lejos de sentirse incómoda por el recuerdo, se mostró abierta a compartir detalles detrás de las cámaras. “La gente no sabía lo que les esperaba en aquella temporada. Venían perdidos”, rememoró, aludiendo a concursantes icónicos como Fani y Christopher.
A medida que la conversación avanzaba, Broncano instó a Mónica a exponer más anécdotas de su tiempo en los realities. “Yo no iría nunca con mi pareja a La isla de las tentaciones”, sentenció, enfatizando cómo las emociones se desatan en ese entorno. La artista fue honesta al relatar la dinámica que se creaba entre los concursantes: “Cuando se separaron las parejas, era un drama total”, describió, compartiendo su experiencia con el equipo sobre cómo predecía quiénes serían los más propensos a caer en la tentación.
Mónica recordó momentos impactantes, como la noche en que un par de concursantes se olvidaron de que había cámaras, auténticamente desatados en su comportamiento. “Llegó un instante en el que todos parecían haber olvidado que los estaban grabando”, relató, dejando entrever la intensidad de las emociones que se vivían en el programa.
El encuentro entre Broncano y Naranjo no solo fue un repaso de anécdotas, sino también una celebración de su carrera y un vistazo al mundo del entretenimiento en su faceta más real y humana. La conexión entre ambos fue palpable y el público, encantado, se quedó deseando más momentos como este.
