En una reciente vuelta de tuerca a la controversia que sacudió el panorama mediático en 2023, Mónica López, reconocida actriz y compañera de Javier Cámara en la serie “Rapa” de Movistar Plus+, ha decidido públicamente retractarse y matizar sus declaraciones previas sobre el programa “El Hormiguero” y su conductor, Pablo Motos. Sus críticas iniciales, que resonaron fuertemente por su contenido político y social, habían generado un intenso debate sobre la idoneidad de ciertas figuras y discursos en plataformas de gran visibilidad.
La polémica surgió inicialmente durante una entrevista en “La Caravana”, un programa de Ràdio Estel, donde López criticó acerbamente a “El Hormiguero” y a Motos, acusándolos de normalizar posturas fascistas y dar voz a personajes cuestionables. “No se tiene que ir a El hormiguero… Ese señor blanquea el fascismo y blanquea a gente impresentable… La gente de la cultura no podemos ir a El hormiguero», afirmó en aquel momento López, suscitando una amplia reacción tanto de apoyo como de repulsa.
Sin embargo, en una nueva intervención, esta vez en una entrevista para Yotele, la actriz ha suavizado sus declaraciones, indicando que actuó impulsivamente y que, en retrospectiva, considera que su enfoque fue equivocado. “No me gusta la gente vehemente que dice cosas sin pensar, y yo fui exactamente eso. Y lo peor es que yo puedo hablar por mí misma, pero mencioné a terceras y cuartas personas, y me arrepiento completamente de eso”, explicó López.
La actriz también manifestó su arrepentimiento por la forma en que expresó sus opiniones, reconociendo que no anticipó las consecuencias de sus palabras ni el impacto de su viralización en las redes sociales. «Me pasó por ingenua, porque no conté con las redes sociales y que se iba a convertir en algo viral. Mira qué lección para mí, bienvenida al mundo moderno», puntualizó, evidenciando una reflexión personal sobre el poder y la responsabilidad de la comunicación en la era digital.
Curiosamente, López reveló que, a pesar de su posición inicial de rechazo a participar en “El Hormiguero”, nunca fue invitada al programa para promocionar “Rapa” junto a Javier Cámara, lo que añade una ironía a todo el episodio. “Luego me enteré de que nunca me habían invitado. Fíjate qué contradicción, ¿no? No me van a invitar nunca después del conflicto, así que problema solucionado”, comentó de manera conclusiva.
Este giro en la narrativa de Mónica López reabre la discusión sobre los límites de la crítica y la autocensura en el espacio público, especialmente en un contexto mediático donde la figura del artista se cruza cada vez más con el activismo y las posiciones políticas. Las repercusiones de este nuevo capítulo en la carrera de López y su relación futura con los medios de comunicación y el público serán, sin duda, temas a seguir de cerca.