En un giro significativo hacia la seguridad nacional, el presidente de los Estados Unidos ha firmado una orden ejecutiva destinada a abordar los riesgos que representan las importaciones de cobre para la economía del país. Esta acción, fundamentada en la Ley de Expansión Comercial de 1962, enfatiza la vital importancia del cobre en diversas aplicaciones, desde la defensa nacional hasta las tecnologías emergentes, como la energía limpia y los vehículos eléctricos.
El documento destaca que, a pesar de contar con reservas adecuadas de cobre, el país enfrenta una dependencia creciente de fuentes extranjeras para el mineral, el reciclaje y sus productos derivados. La situación se complica debido a la concentración del mercado en mano de un único productor extranjero, que controla más del 50% de la capacidad global de fundición y refinación del cobre. Esta concentración de poder plantea una amenaza directa a la seguridad nacional y la estabilidad económica de Estados Unidos.
En virtud de esta orden, el Secretario de Comercio iniciará una investigación exhaustiva para evaluar el impacto de las importaciones de cobre en todas sus formas. Este análisis abarcará desde el cobre crudo y sus concentrados hasta los metales reciclados y derivados, considerando factores críticos como la demanda proyectada para sectores defensa, energía e infraestructura crítica. Además, se examinará la capacidad nacional para cubrir esta demanda y los riesgos asociados a la dependencia de un reducido número de países proveedores.
Asimismo, se prevé que la investigación contemple el efecto de las subsidios estatales en el extranjero y las prácticas comerciales desleales que pueden estar distorsionando el mercado. La administración busca establecer un marco que garantice un suministro seguro y resiliente de cobre a nivel doméstico. Dentro de los próximos 270 días, el Secretario de Comercio deberá presentar un informe al presidente, con hallazgos y recomendaciones orientadas a mitigar las amenazas detectadas.
A medida que el país busca fortalecer su cadena de suministro de cobre, se prevén posibles medidas como aranceles, controles de exportación y estrategias para incentivar la producción nacional. La orden no solo reafirma el compromiso de Estados Unidos con la seguridad nacional, sino que también subraya la interrelación entre los recursos naturales y la soberanía económica en un mundo cada vez más interconectado y dependiente de fuentes externas.
Fuente: WhiteHouse.gov
